Mucho trabajo y pocos goles han aportado hasta el momento los tres delanteros centro del Deportivo, que sobrevive fuera de los puestos de descenso pese a que todavía no ha encontrado un nueve verdaderamente resolutivo de cara a puerta una vez transcurridos los primeros seis meses de competición. Entre Hélder Postiga, Toché y Oriol Riera suman solo tres tantos de los veinte que ha anotado el equipo coruñés en Liga. Uno aportó el portugués, el que firmó en la derrota ante el Getafe; dos el murciano, contra Madrid y Valencia; y ninguno todavía el catalán, quien el pasado sábado desperdició una clarísima ocasión para empatar el derbi justo antes de la expulsión de Alberto Lopo, que acabó de decantar el encuentro a favor del Celta. Su autocrítica fue máxima tras la derrota. "Tengo que meterla, no hay más", dijo Riera sobre su grave error en el remate. "Siempre he sido matador dentro del área y lo voy a seguir siendo", prometió.

Mientras tanto, el Deportivo se mantiene fuera del hoyo gracias a la contribución anotadora de sus mediapuntas y centrocampistas. Ganó al Rayo Vallecano con dos tantos de un pivote, Celso Borges, y luego repitió triunfo ante el Eibar gracias a los aciertos de Iván Cavaleiro y Lucas Pérez. El luso juega de extremo y el coruñés de enganche. No son nueves ni el gol es su función principal, pero comparten actualmente el pichichi blanquiazul con tres dianas cada uno.

Los pobres números de los delanteros deportivistas contrastan no solo con los de los grandes arietes de la Liga sino también con los de los rivales directos por la permanencia. En el Almería, próximo adversario del conjunto coruñés, el israelí Hemed lidera su ranking de artilleros con siete dianas, las mismas que suma Ghilas en el Córdoba, actual colista del campeonato. Especialmente llamativa es la aportación del brasileño Jonathas, que ya ha celebrado nueve tantos pese a jugar en otro de los modestos de la categoría, el Elche.

Fichar a un delantero de garantías fue el pasado verano uno de los grandes objetivos del Deportivo para reforzar al equipo de cara a su regreso a la Primera División. Fracasados los intentos de hacerse con los servicios de afamados puntas como Bojan Krkic, primero, o Kostas Mitroglou, después, el club apuró hasta el final el plazo para realizar contrataciones y el último día, ya con el campeonato empezado, firmó a Hélder Postiga. El internacional portugués ilusionó a su llegada por su experiencia y sus buenos registros goleadores, sobre todo con el Zaragoza. Desde el primer momento contó con la plena confianza de Víctor Fernández pese a no estar a tope físicamente después de mucho tiempo sin jugar. Hasta que sus problemas lumbares le obligaron a tener que pasar por el quirófano Postiga acumuló 687 minutos repartidos en doce partidos, ocho de ellos como titular. Mucho tiempo para celebrar un único tanto, el que le marcó en Riazor al Getafe. Batió a Guaitia a diez minutos del final, pero sirvió únicamente para recortar distancias, no para puntuar (1-2).

Sequía interminable

Desde aquel 31 de octubre del año pasado, en la décima jornada de Liga, ningún otro nueve referencia ha vuelto a ver puerta en el Deportivo. No lo hizo Toché pese a que tuvo bastantes oportunidades para ampliar su cuenta, que inauguró en la derrota en Riazor frente al Madrid (2-8) y amplió un mes después, también en casa, en el 3-0 contra el Valencia. El murciano se ganó el cariño de la afición gracias a su honradez dentro del campo, peleando siempre cada balón como si fuera el último, pero no pudo contribuir con goles a la remontada del Deportivo en la clasificación pese a disfrutar de 718 minutos, más incluso de los que tuvo Postiga hasta su lesión.

Para acabar con esa sequía llegó Oriol Riera en el mercado invernal. Venía de no jugar en el Wigan, pero le avalaban los trece tantos que firmó con Osasuna la pasada temporada. Debutó en la recta final contra el Levante y después encadenó otros seis encuentros más, siempre como titular. En total, 484 minutos, todavía sin estrenar su casillero anotador. Se le está resistiendo ese primer gol que "siempre es el más difícil", tal y como explicó a su llegada a A Coruña. El sábado, en Almería, intentará quitarse esa espina después de su desafortunada actuación del sábado frente al Celta. Derrocha trabajo, pero de momento le falta el gol, la misión principal de todo delantero.