El Gobierno reconoce en una respuesta parlamentaria a la diputada del Congreso Rosana Pérez que la Brigada Provincial de Información Policial de Madrid conocían de antemano que miembros del Frente Atlético habían quedado en un bar cercano al Calderón a las 7 de la mañana del trágico día en que se produjeron los incidentes que desembocaron en el asesinato del Riazor Blues Francisco Javier Romero Taboada Jimmy.

La diputada gallega preguntaba en su interpelación al Gobierno por los fallos de seguridad cometidos en los prolegómenos del partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo.

Pese a ello, y a haber recibido también antes del encuentro un correo electrónico del coordinador de seguridad del Deportivo en el que alerta al Ministerio del Interior del viaje en autobús de un grupo de Riazor Blues a Madrid para asistir al partido del Calderón, los responsables de seguridad no destinaron ninguna cobertura policial para evitar que ambas hinchadas pudieran colisionar.

El Gobierno admite también en esta respuesta parlamentaria que la comisión Antiviolencia "no llegó a debatir si el partido debía calificarse de alto riesgo" a pesar de los preocupantes informaciones previas sobre la alta probabilidad de que miembros de ambas hinchadas radicales coincidiesen en los alrededores del Calderón antes del partido. Antiviolencia, según la respuesta del Gobierno, "se centró únicamente" en esa jornada en el partido Valencia-Barcelona.

Interior vuelve a responsabilizar otra vez en sus explicaciones al club blanquiazul de los incidentes porque a su juicio la información enviada por el Deportivo sobre el viaje de los Riazor Blues a Madrid "era poco detallada, lo que impidió valorar adecuadamente el riesgo".

El Gobierno revela en esta respuesta también que tras los incidentes fueron detenidos 16 hinchas del Deportivo y solo 4 del Frente Atlético a pesar de que, según las imágenes inéditas mostradas por varios canales de televisión, agredieron unilateralmente a los hinchas coruñeses armados con cuchillos cuando desayunaban en un bar cerca del Calderón.

El abogado de los Riazor Blues detenidos ese día mantiene que el gran número de hinchas coruñeses detenidos se debe a que se quedaron en la zona de los incidentes esperando protección policial ante el ataque.