El de ayer en Ordes era el partido indicado para que los jugadores menos habituales tuvieran algunos minutos, para que se anotaran todos esos goles que carcomen a los delanteros y para en definitiva darse alguna alegría, por ilusoria que fuera, después de varias semanas de sinsabores. No era el día, sin embargo, para dejar más dudas de las que ya ofrece el equipo a estas alturas de la temporada.

Pero al equipo de Víctor Fernández le costó encontrar aliciente alguno en la visita a Vista Alegre, quizá más preocupado de todo lo que se jugará a partir de la semana que viene en el estadio del Getafe. Fue así que no consiguió adelantarse hasta casi el minuto 60 ante un equipo de Tercera División.

Antes había encadenado algunas buenas oportunidades, la mayoría a partir de acciones individuales por la resistencia que mostraron los jugadores del Órdenes. A pesar de la diferencia de potencial, a los deportivistas les costó imponerse a los locales, envalentonados ante la oportunidad que se le presentó.

La primera ocasión no llegó así hasta los dieciocho minutos, cuando Juan Domínguez estrelló en el larguero un disparo desde fuera del área. El centrocampista ya había tenido otra desde fuera del área para adelantar a los deportivistas, pero la eficacia del equipo fue la misma que ha venido mostrando últimamente.

Tampoco acertó Toché después de un servicio desde la izquierda y una buena maniobra en el área de Cuenca, así que el partido llegó al descanso con empate sin goles. Víctor Fernández le dio entonces la alternativa a los tres muchachos del filial que se había llevado hasta Ordes. Ya sin tres centrales sobre el campo -el equipo arrancó con Insua, Borja López y Manuel Pablo-, los deportivistas ganaron en verticalidad sobre la portería contraria.

Borja López inauguró el marcador tras un saque de esquina en el que era su primer partido con la camiseta blanquiazul. Ese primer tanto pareció romper la resistencia de los locales, porque tan solo tres minutos después Cardoso marcaba el segundo después de una acción individual y un disparo desde la frontal del área.

La cuenta, sin embargo, se cerró ahí y el Deportivo ya no lograría incrementar el marcador. No lo hizo tampoco Oriol Riera después de incorporarse en el descanso. Tuvo alguna ocasión, especialmente un remate de cabeza al que no consiguió imprimirle la fuerza suficiente, pero al igual que el resto de sus compañeros vio como la mejor del tramo final caía del lado del Órdenes.