La carrera de tortugas en la que se ha convertido la lucha por la salvación rebaja la altura del listón que a priori hará falta saltar para conservar la categoría. Tal y como están las cosas y teniendo en cuenta las dificultades de los de abajo para sumar, no parece que vaya a ser necesario superar la barrera de los 40 puntos para evitar el descenso. Salvo que varios de los modestos protagonicen un arreón final espectacular, lo más probable es que ni tan siquiera sea obligatorio alcanzar la cuarentena para escapar de la quema. Desde que desapareció la promoción y se implantó el sistema con tres descensos directos, en el año 2000, la permanencia más barata estuvo en los 37 puntos, que le bastaron al Málaga en 2010 y al Celta en 2013 para agarrarse a la elite. También en 2003 hubiera resultado suficiente con esa cantidad de puntos para evitar una de las últimas tres posiciones, ya que el antepenúltimo, el Recreativo, bajó con 36. Un puesto por encima acabó el Espanyol con 43, aunque con seis puntos menos hubiera conseguido igualmente su objetivo de aferrarse a la Primera División.

El Deportivo prepara la recta final con ambición y dispuesto a sumar en todos los partidos, sin renunciar a acabar la Liga por encima de los 40 puntos, pero al mismo tiempo sus futbolistas son conscientes de que lo más probable es que este año el billete de la permanencia sea uno de los más baratos de la historia. "Ahora mismo sí que parece que la salvación va a estar con puntos bajos -reconoció ayer Juan Domínguez- pero si no ganas, no sirven de nada las cuentas. Hay que pensar en el siguiente partido y estar concentrados en cada semana, y en nada más. Seguro que así vamos a conseguir el objetivo". Tanto él como sus compañeros ansían dejar sellado el billete en Primera antes de la última jornada, porque nadie quiere tener que ir al Camp Nou con la necesidad de sumar en el cierre liguero, y menos aún si el Barcelona llega al encuentro definitivo jugándose el título.

Desenlace agónico pero feliz

Algo similar le pasó al Málaga en 2010. Acabó salvándose con 37 puntos, el último sumado en la jornada final ante el Madrid (1-1), que visitó La Rosaleda con opciones de ganar la Liga en caso de que el Barcelona tropezara en la última jornada. Sin embargo, los culés sentenciaron pronto y el conjunto andaluz acabó arañando un empate frente al Madrid que le resultó suficiente para evitar el descenso. El veterano Weligton Robson, actual capitán del equipo malagueño, recuerda el enorme sufrimiento que pasó en aquel desenlace. "Es complicado porque te ves ahí abajo y a medida que se acerca el final de Liga empiezas a estar un poco desesperado. Recuerdo perfectamente aquella situación y nuestro deseo de lograr cuanto antes los puntos necesarios para salvarnos y no tener que sumar ante el Madrid en la última jornada. Al final con un puntito en casa gracias a Dios pudimos mantener la categoría", relata el brasileño.

Un final feliz, como el que persigue ahora el Deportivo, que encara las últimas diez jornadas fuera de las posiciones de condena, aunque con un solo punto de margen. Tiene 26, uno más que el Almería, de momento también fuera del hoyo pese a estar igualado con el Levante, tercero por la cola con 25. El conjunto granota es uno de los cuatro equipos que deberán pasar por Riazor en la recta final, en la que el Dépor tendrá que afrontar a domicilio seis de los últimos diez encuentros. El partido ante el Levante es uno de los que el equipo coruñés tendrá que ganar a la fuerza si quiere acabar logrando el objetivo. Con ese triunfo, más otros tres, sumaría 12 puntos que lo elevarían hasta los 38 puntos, que quizá este año le resulten suficientes para salvarse. A estas alturas es solo una hipótesis, porque todavía es demasiado pronto para calibrar exactamente dónde estará situado ese listón de la permanencia.

En contraste con esas campañas en las que el billete de la salvación costó tan barato están los cursos 1999-2000, 2007-08 y 2008-09, cuando hizo falta 43 puntos para no perder la categoría, y sobre todo el 2011-12, en el que el Deportivo sufrió en carne propia el descenso con la puntuación más alta de la historia. Pese a sus 43 puntos, el conjunto entonces dirigido por Miguel Ángel Lotina acabó antepenúltimo, a uno del Mallorca, que necesitó 44 para conservar su plaza en la máxima categoría. Tres años después, ese listón estará bastante más bajo por las enormes dificultades de los modestos para sumar.

Entre los diez rivales que le faltan al Deportivo figura el Málaga, al que no fue capaz de vencer en los tres enfrentamientos anteriores de esta temporada: el de Liga en Riazor (0-1) y los dos de Copa del Rey (1-1 en A Coruña y 4-1 en La Rosaleda). Sin embargo, Weligton augura para la jornada 33 un partido "complicadísimo" ante el conjunto de Víctor Fernández. "A estas alturas prefiero jugar con los de arriba que con los de abajo -expone el central-. Me gusta muchísimo el Dépor pero nosotros tenemos que mirar por nuestros objetivos y ser leales con los demás equipos. Jugaremos para intentar ganar". El brasileño siente un "cariño especial" hacia el equipo coruñés por afinidad con varios de sus compatriotas que triunfaron en Riazor. "De niño seguí mucho la época del Superdépor y miraba a jugadores como Mauro Silva o Bebeto. Lo veía como uno de los grandes de España", argumenta el defensa. Su pelea es por Europa. La del Deportivo, por la salvación.