Unos cincuenta aficionados blanquiazules han interrumpido esta tarde el entrenamiento del Deportivo durante unos quince minutos aproximadamente tras sortear las medidas de seguridad del club. Vestidos de blanquiazul y al grito de "esta camiseta no la merecéis" o "jugadores mercenarios" saltaron al campo de la ciudad deportiva de Abegondo rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad. Hasta cuatro efectivos de seguridad privada y tres dotaciones de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar.

Tras una breve conversación con los jugadores, el grupo se retiró de forma pacífica a las gradas. Muchos de ellos abandonaron las instalaciones y la sesión de entrenamiento en Abegondo se reanudó sin complicaciones.

Álex Bergantiños, tal y como estaba previsto, compareció posteriormente en la sala de prensa de Abegondo, donde reconoció que lo sucedido no "gusta a nadie".

"Tenemos que pensar solo en arreglarlo futbolísticamente y nada más. No podemos dejar que esto nos afecte porque todavía estamos vivos y tenemos que pensar en el partido del sábado", dijo en alusión al choque ante el Villarreal.

Álex dijo que "es un día duro a nivel personal también", aunque se mostró comprensivo: "Sabemos la situación que hay en la ciudad, lo que ha pasado, y hay que asumirlo y ser fuertes. Forma parte de todo el entorno que mueve el fútbol".

El centrocampista apuntó que con él los ultras llevan "siendo todo el año así" por sus declaraciones: "No sé si dije cosas que no debería o se malinterpretaron. Se personalizó en mí y hay que asumirlo como parte de responsabilidad de ser capitán del equipo, asumir las consecuencias y dar la cara".