Manuel Pablo quiere seguir en activo una temporada más, por lo menos, así lo manifestó el veterano capitán del Deportivo en un acto conmemorativo de los cien años de Coca Cola. Aunque su deseo tiene que ser refrendado por los técnicos, pues no quiere que le suceda como en la temporada que acaba de concluir, en la que apenas contó para Víctor Fernández y tuvo que esperar a la llegada de Víctor Sánchez para recuperar el protagonismo de campañas anteriores. "No quiero ser un florero", dijo ayer el defensa canario en referencia a su presencia casi decorativa en la plantilla durante el curso que finalizó el pasado fin de semana.

De todas formas Manuel Pablo quiere que la decisión sea "consensuada" con los técnicos porque, asegura, puede estar en un error. "A lo mejor yo me siento capacitado para aportar cosas, pero es posible que las otras partes -técnicos y dirigentes- no lo consideren de la misma forma". Por eso el canario desea mantener una reunión con Víctor cuando pasen estos días para conocer su opinión. "Manuel, con las condiciones que tiene, puede hacer lo que quiera", apuntó el entrenador blanquiazul en la rueda de prensa celebrada el pasado lunes en Riazor.

La opinión del técnico será definitiva para que tome una decisión, pues durante la temporada que ahora finaliza llegó a tener muchas dudas de que pudiera ser útil al equipo. "A esta edad -cumplió 39 años en enero- si no juegas te entran muchas dudas. Es lo normal, porque aunque yo me viese bien para aportar cosas al equipo y creyera que podía jugar, si ves que el entrenador no cuenta contigo, te entran muchas dudas", por eso su intención de reunirse con Víctor Sánchez antes de tomar una decisión sobre su futuro.

Cuenta Manuel Pablo con el apoyo de sus compañeros y de mucha gente, sobre todo a raíz de su rendimiento en los últimos encuentros de la temporada, cuando el actual entrenador le devolvió la titularidad. "Mis compañeros creen en mí y tengo todo su apoyo porque creen que puedo ayudar" al equipo. Sin embargo, el capitán se vino abajo porque no se sintió "nada valorado y nada utilizado" por Víctor Fernández, el entrenador del equipo blanquiazul que fue destituido a falta de ocho jornadas para que concluyese la competición.

El lateral canario tiene todavía contrato hasta 2018 con el Deportivo, pero depende de él decidir si es sobre el terreno de juego o en cualquier otro puesto en los despachos. Él quiere, de momento, continuar jugando, pero la decisión tiene que tomarla ya, porque el equipo tiene unas necesidades que debe cubrir cuanto antes, según explica. "Hay que cerrar la plantilla cuanto antes y prepararse bien para afrontar la nueva temporada, porque la de este año ha sido mala en todos los sentidos, aunque la hayamos salvado al final", comentó con espíritu crítico.

También se refirió el capitán deportivista a Fabricio y a Lucas, dos de los valores del actual Deportivo. El primero tiene un año más de contrato, pero dispone de ofertas de la Premier League -"creo que el club va a intentar quedarse con él, ojalá pueda hacer ese esfuerzo, aunque otra cosa es que pueda porque su caché está ahora muy alto"- y el segundo pertenece al Paok al que tiene que pagar 2,5 millones de euros por su fichaje -"si yo pudiera, me lo quedaría"-.