El mercado veraniego de fichajes no finalizará hasta el próximo 31 de agosto. Quedan dos meses por delante para que el Deportivo cierre las incorporaciones necesarias para confeccionar la plantilla y sin embargo ya tiene que afrontar un situación contra reloj. El club dispone de 48 horas para intentar cerrar el fichaje de Lucas Pérez antes de que expire el contrato de cesión con el delantero y se modifiquen las condiciones establecidas con el PAOK de Salónica para su incorporación al conjunto coruñés.

La vinculación de Lucas con el Deportivo se agota el 30 de junio, el mismo día en el que finaliza el plazo para que la entidad blanquiazul abone los 2,5 millones establecidos en el acuerdo de préstamo del jugador para hacerse definitivamente con sus servicios.

El club coruñés, sin embargo, no puede asumir dicha cantidad y, si no lo remedia un acuerdo de última hora con el PAOK, Lucas pondrá rumbo mañana a Grecia para comenzar la pretemporada con el equipo de Salónica. El delantero está citado para comenzar a ejercitarse junto al resto de sus compañeros a partir del martes y ya tiene preparadas las maletas para regresar al conjunto del que partió hace un año para jugar en el equipo de su ciudad.

Solamente un acuerdo entre hoy y mañana impediría ese viaje de regreso, aunque las posturas continúan distanciadas entre Deportivo y PAOK. Los griegos se remitieron inicialmente a la cifra de compra opcional establecida en el contrato de cesión del delantero. Los 2,5 millones de euros que figuran en ese documento, sin embargo, están lejos de las posibilidades financieras de la entidad blanquiazul. Las negociaciones permitieron que esa cantidad se redujera, pero todavía fuera del alcance del club coruñés.

El tira y afloja está actualmente fijado en el millón y medio que ofrece el Deportivo por hacerse en propiedad con Lucas y los dos millones que exige el PAOK de Salónica. Medio millón separa al jugador de su deseo de permanecer en A Coruña, tal y como le trasladó al conjunto griego nada más acabar la temporada.

El escenario empeoraría para el club coruñés y también para los intereses del jugador más allá del martes. Para entonces, la cláusula del contrato de cesión habrá expirado y los 2,5 millones ya no serán un punto de partida. En ese momento se empezará a tomar en consideración la cláusula de rescisión del jugador, cifrada en cinco millones de euros.

Ahí podrían entrar otros clubs interesados en hacerse con los servicios de Lucas después de la temporada que completó en el Deportivo, aunque en este caso juega a favor del club coruñés el hecho de que el delantero ha mostrado públicamente su firme voluntad de jugar con la camiseta blanquiazul la temporada que viene.

Al club deportivista, sin embargo, le ha sido imposible satisfacer durante el último mes las exigencias del PAOK. El tiempo ha ido jugando a favor y los griegos fueron rebajando sus pretensiones iniciales. Si el acuerdo no llega antes del martes se abriría un nuevo escenario, ya con el jugador ejercitándose e incluso jugando con el conjunto griego, que participará en la previa de la Liga Europa.

La sucesión de los acontecimientos no ha hecho más que confirmar las dificultades que ya anunciaba el club cuando se iniciaron las negociaciones para retener a Lucas y convertirlo en una de las referencias del equipo durante las próximas temporadas.