"A Lucas se le oye más que se le ve", bromeaba un empleado del club cuando se le cuestionaba sobre la visita relámpago del coruñés ayer a la ciudad deportiva de Abegondo. Muy pocos lo vieron durante el tiempo que estuvo en las instalaciones en las que de manera inminente volverá a ejercitarse como jugador deportivista. Fue tan breve su estancia que ni siquiera al entrenador, Víctor Sánchez, le dio tiempo a saludarle y darle la bienvenida después de que su traspaso desde el PAOK de Salónica esté prácticamente resuelto a falta de la confirmación oficial.

Al coruñés le resta por firmar el contrato que le unirá al Deportivo durante las próximas cuatro temporadas después de que el Karpaty renunciara a ejercer la opción de tanteo que conservaba desde que militó en el conjunto ucraniano. En Salónica ya lo han dado por perdido, su técnico se refirió a él como "pasado" el miércoles, antes de que el PAOK disputase la vuelta de la previa de la Liga Europa.

El anuncio oficial del fichaje de Lucas por parte del Deportivo, sin embargo, se ha retrasado desde que el jugador aterrizara el fin de semana pasado en la ciudad para cerrarlo definitivamente.

Ese retraso le impidió ayer estar en la multitudinaria presentación que se hizo en Riazor de las últimas siete incorporaciones (Pedro Mosquera, Sidnei, Luis Alberto, Fayçal, Cani, Juanfran y Cartabia), pero no acercarse hasta la ciudad deportiva.

En Abegondo estuvo por espacio de unos minutos, pero su presencia no pasó desapercibida. Se le escuchó bromear con alguien en el interior de los vestuarios mientras la mayor parte de sus compañeros todavía se encontraban sobre los campos de entrenamiento. Su marcha, no obstante, sí fue más discreta. Pocos, incluidos jugadores, técnicos y empleados, sabían al finalizar el entrenamiento y cuando ya empezaban a abandonar las instalaciones de Abegondo si el delantero todavía permanecía allí.

Fue Víctor, el último en marcharse de la ciudad deportiva, quien desveló que su visita fue tan fugaz que a él ni siquiera le había dado tiempo a verlo. La esperanza del técnico y del club, al igual que la de la mayor parte de los aficionados que ayer tenían la esperanza de que pudiera ser la sorpresa en la multitudinaria presentación en Riazor, es verlo lo antes posible con la camiseta deportivista de nuevo. El desenlace será el colofón a la operación más larga y complicada que ha afrontado la entidad esta pretemporada.