Diez días después del incidente entre Luisinho y Arribas, el Deportivo ha vuelto a la normalidad. El luso, que se ejercitó ayer con el equipo a las órdenes de Víctor Sánchez tras estar suspendido de empleo y sueldo, compareció en la sala de prensa de Abegondo con la intención de poner punto y final a un tema que le ha hecho pasarlo "mal". "El único perjudicado fui yo porque me quedé apartado del entrenamiento", confesó.

Luisinho intenta olvidar "una semana fuera de la normal" en la que se convirtió en el protagonista por encima del inicio de la Liga. "Fue un error. Las cosas llegaron a un final feliz porque somos persona serias", explicó el portugués, que aseguró tener una buena relación con el técnico: "Hablamos y fuimos sinceros el uno con el otro, ya está todo claro entre nosotros". También confirmó que en todo momento contó con el apoyo de Tino Fernández, presidente del club blanquiazul. "Su intención nunca fue que me marchara del club, siempre tuve su confianza y la de toda la directiva".

El lateral izquierdo negó una posible salida durante el mercado estival, que cierra el lunes 31 de agosto. "Tengo más de dos años de contrato y mi intención es quedarme en el Deportivo muchos años. Nunca pasó por mi cabeza ni por la del presidente marcharme de aquí", aclaró.

Al llegar a la ciudad deportiva ayer, Luisinho habló con sus compañeros en el vestuario para zanjar un problema del que, según el portugués, "se ha hablado mucho". "Estaba muy caliente los otros días y hoy -por ayer- resolvimos mejor las cosas", relató.

Aunque prefirió no analizar el comunicado de la plantilla que la semana pasada leyó Manuel Pablo. "Que quede claro que no hay nada dentro del vestuario contra mí, ni yo estoy en contra del vestuario. Si no, no estaría aquí". Y añadió: "Yo tengo mi carácter como todo el mundo sabe, pero eso no implica que no tenga buena relación con mis compañeros".

Sobre lo ocurrido con Arribas, al que se enfrentó en el entrenamiento del sábado 15 de agosto, señaló que "es un incidente que no debe pasar entre compañeros". "Asumo mis culpas. Me arrepiento porque no es bueno ni para mí ni para el Deportivo".

El portugués considera que tanto cuerpo técnico como jugadores se encuentran "en el mismo barco" por lo que ahora el "objetivo es mirar para adelante". Quiere "volver a ser el Luisinho que era antes" para ser uno más en la plantilla. Espera que la polémica de los últimos días no tenga consecuencias para poder entrar en los planes de Víctor cuanto antes. "A partir de este momento ya cuento para el míster para el partido del domingo contra el Valencia. Quiero ser parte del grupo y jugar", manifestó. Tiene claro que es necesario para conseguir ese reto: "Tengo que trabajar como trabajé hasta ahora. El entrenador tiene que meter a los mejores y por eso hay que trabajar y demostrar dentro del campo".

Para Luisinho, a día de hoy, "lo más importante es ayudar al equipo" y no volver a pasar por este tipo de situaciones complicadas. Espera que el primer equipo del Deportivo vuelva a ser "un grupo unido" para centrarse única y exclusivamente en los temas deportivos. "Que no pase esto otra vez porque no es bonito. No solo para el fútbol, tampoco para el Dépor porque es un club serio". Además habló en su nombre y en el del resto de sus compañeros: "Queremos que todo vuelva a la normalidad".

El primer paso hacia esa estabilidad se dio ayer. No solo con sus palabras, también con sus pasos sobre el césped con Víctor Sánchez como guía.