El argentino luchó contra un cáncer testicular que había comenzado hace un año y medio durante su época en el Newcastle.

La historia de superación de Jonás Guitiérrez es espectacular. Se inició en el fútbol para sobreponerse a una parálisis de la mitad de su cuerpo, ya que, según declaraciones de su padre al diario argentino Clarín, "lo anotamos en fútbol para ejercitar el cuerpo y evitar las secuelas de una parálisis ocasionada por un ataque al corazón que sufrió cuando tenía un año". Fue entonces cuando el "Galgo" terminó convirtiendo el fútbol en su profesión y el fútbol a él en un profesional.

Una vez en el Newcastle, situados en mayo del 2013, comenzó lo peor al notar que algo no iba bien. Fue entonces cuando recibió la peor de las noticias. Un fuerte golpe en uno de sus testículos durante un partido en la Liga de Inglaterra encendió la alarma, y tras varias pruebas le descubrieron un tumor en el testículo izquierdo que tuvo que ser extirpado.

Tras el partido en el que se generó el fuerte golpe, los dolores le impedían mantener un entrenamiento normal, y después de varios diagnósticos erróneos y una inflamación que se mantenía a pesar del tiempo, finalmente se determinó mediante una ecografia que se trataba de un tumor.

El jugador se trasladó a su Argentina natal para la operación, y al volver a Inglaterra, al mes y medio de entrenamientos, el DT le dijo que se buscara otro club.

Estuvo a préstamo en el Norwich y se lesionó. No fue tenido en cuenta en ninguno de los dos equipos, y después de notar que el dolor persistía tuvo que comenzar el tratamiento con quimioterapia, donde el apoyo de la familia y amigos fue fundamental para su recuperación.

Hasta el 3 de noviembre del 2014 el argentino no obtuvo el alta médica, pero el "Galgo" tenía claro que esa superación implicaba volver a ser un grande del fútbol.

El 4 de marzo de este año se disputó el partido entre las Urracas y el Newcastle. Cuando Jonás Gutiérrez saltó al campo llegó el momento. La situación del Newcastle no estaba en su mejor momento, y a pesar de los esfuerzos, se volvió crítica en la última fecha, ya que si no vencían al West Ham United y el Hull lograba una victoria ante el Manchester United, volverían a la segunda división.

Un partido complicado y tenso, en el que el minuto 84 sería la vuelta del hombre que tan cerca había tenido la muerte. El gol de Jonás Gutiérrez significó mucho más de lo normal, otro año en la Liga Premier inglesa y la superación y la vuelta de su ídolo.