Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, ha sido llamado a declarar "en calidad de imputado" por la juez titular del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña, Elena Rodríguez Molpeceres, tras la denuncia de dos accionistas del club por presuntos delitos societarios. La magistrada, que no especifica en su providencia de 11 de agosto de 2015 los delitos por los que imputa al exdirigente blanquiazul, decidió llamarlo a declarar "a la vista de la pericial emitida y demás documentación obrante en autos".

Dos semanas antes de esta resolución de Rodríguez Molpeceres, la Audiencia Provincial, en un auto con fecha de 29 de julio de 2015, acordó "estimar el recurso interpuesto por Augusto César Lendoiro", que había solicitado personarse como parte "en la causa". Una solicitud que había rechazado Elena Rodríguez.

Augusto César Lendoiro tiene previsto presentar una incidencia de nulidad sobre la providencia de la juez Molpeceres, una vez conocido el auto de la Audiencia Provincial en el que se estima su recurso.

Pendiente de esta nueva resolución, Lendoiro está citado para el 26 de octubre próximo, "al objeto de ser oído en declaración en calidad de imputado" a las 09.30 horas. Una decisión que no parece preocupar en exceso al expresidente, que declaró ayer en Radio Marca que se encuentra "totalmente tranquilo" por la providencia de la juez.

Cinco días antes, está citado el perito Iker Aldea Gil "al objeto de que se formulen aclaraciones a la pericial presentada", además de "al Ministerio fiscal" y "a las partes".

La denuncia contra el Consejo de Administración del Deportivo que presidía Lendoiro por supuestos delitos societarios parte de dos accionistas, uno de ellos, Jorge Borrajo, auditor de cuentas de profesión, que fue uno de los integrantes de la Plataforma por un Deportivo Transparente y Permanente.

Borrajo puso en conocimiento del juzgado una serie de irregularidades que presuntamente detectaron los integrantes de dicha plataforma y que consideran que podrían ser constitutivas de delitos penales. La denuncia sostenía que las cuentas del Deportivo habían sido presuntamente falseadas de manera continuada al menos desde el ejercicio 2007-08, con el objetivo de ocultar las pérdidas de la sociedad.

También afirmaba que los sucesivos "artificios contables" empleados perseguían aparentar una situación patrimonial y de solvencia y apuntaba que el Consejo de Administración que presidió Lendoiro hasta enero de 2014 elaboraba unos presupuestos imposibles de cumplir y por completo ajenos a su realidad económica.

En el proceso de instrucción declararon, entre otros, los que fueran administradores concursales del club, Francisco Prada y Julio Fernández Maestre, y el exadministrador de algunas filiales del Deportivo y actual gerente, Pablo Pereiro.