Uno de los principales problemas que sufrió el Deportivo la pasada temporada fue que en muchos partidos dio la sensación de ser un equipo frágil y con demasiada tendencia a descomponerse. Con esa carencia reluciendo en bastantes puntos de la temporada, resulta muy complicado alejarse de los puestos de abajo. Esto cambió con la llegada de Víctor Sánchez del Amo a falta de ocho jornadas para la conclusión del campeonato. Ante la falta de tiempo y con recursos limitados, el técnico se centró en dotar al equipo de una solidez que resultó definitiva para lograr la permanencia. En el comienzo de esta campaña se ha podido adivinar que además de una solución de carácter urgente se trata de uno de los principios que quiere imponer Víctor en el juego blanquiazul, con Pedro Mosquera como el abanderado en esta propuesta.

Dos jornadas ha disputado el conjunto blanquiazul, ante la Real Sociedad en Riazor y frente al Valencia en Mestalla, y en ambos duelos se pudo ver a un grupo que funciona al unísono. A ello contribuye una plantilla con bastante más experiencia en Primera que la existente en el pasado curso y que sabe de la importancia de remar todos en la misma dirección para lograr el objetivo de la salvación.

Una de esas nuevas piezas en el puzle de esta temporada es Pedro Mosquera, que desde su llegada asumió el mando en la medular deportivista. El centrocampista coruñés aceptó los galones que le entregó Víctor y funciona como el eje central de un grupo coordinado y compacto sobre el césped. "En defensa el equipo está muy junto, ordenado y súper trabajado", destaca Mosquera. La seguridad en la retaguardia es normalmente una de las claves que aseguran una buena temporada, más en un equipo cuyo objetivo es la permanencia.

Al equipo de Víctor Sánchez todavía le falta mucho camino por recorrer si quiere completar la campaña con buena nota, pero el inicio es alentador. Real Sociedad y Valencia son equipos llamados a estar varios peldaños por encima del blanquiazul y los exámenes se saldaron con buena nota, con solo un gol encajado ante los de Nuno en un descuido a balón parado.

Más le cuesta al Deportivo en el tercio ofensivo, una parcela para la que muchas de las piezas que están llamadas a tener un papel destacado llegaron en las últimas semanas antes del arranque del campeonato. "En ataque estamos intentando mejorar la fluidez que nos faltó contra la Real Sociedad e intentar llegar con más calidad al área. En Valencia, sobre todo en la primera parte, lo hicimos muy bien", apunta Mosquera.

El próximo lunes el cuadro coruñés tendrá un examen diferente ante el Rayo Vallecano, un equipo caracterizado por un alto ritmo de juego, lo que en muchas ocasiones le lleva a descomponerse y dejar espacios entre líneas. Será una oportunidad para ver al Deportivo de Víctor en un escenario diferente, la estrechez de Vallecas, y ante un rival que sigue una línea distinta. Entrar en la dinámica que proponen los franjirrojos puede llevar a los blanquiazules a un partido que no le interesa, mientras que si imponen su solidez podrán aprovechar los descuidos del equipo de Paco Jémez.

"El Rayo es un equipo al que le gusta jugar bien, pero tiene partidos en los que si les aprietas bien tienen imprecisiones y ahí se les puede hacer daño", explica Pedro Mosquera, quien apuesta por hacer prevalecer las señas deportivistas: "Importa lo que hagamos nosotros. Tenemos personalidad para jugar bien en cualquier campo".