Ni los dos goles en los diez primeros minutos silenciaron Riazor. El templo herculino volvió a brillar, y no solo por el sol. La afición animó, se levantó, protestó y cantó los goles como si fuese la recta final de la temporada. Hay una rivalidad entre Deportivo y Sporting de Gijón que ayer se hizo notar.

Dolieron los tantos de Sanabria, pero la reacción fue rápida. Los aplausos y cánticos iniciados en Marathon Inferior se propagaban por todo el estadio intentando enmudecer a los asturianos. La mareona, esparcida por diferentes gradas, trató de hacer su pequeño Molinón pero los blanquiazules no permitieron tantas comodidades. Sí pareció por momentos que el paseo marítimo era el de Gijón, así como restaurantes y bares de la zona. Desde el sábado por la tarde, las camisetas y bufandas rojiblancas se dejaron ver por la ciudad.

Entre unos y otros, Riazor contó 25.801 aficionados. Cuando había pequeñas pausas, desde el campo ya se encargaban los jugadores de volver a encender la mecha. Juanfran y Fayçal levantaron los brazos para despertar a su afición y encontrar el impulso definitivo.

Quizá demasiado tarde. "Regalamos el partido al principio", comentaban los seguidores del Dépor al finalizar el encuentro. Algunos se echaron las manos a la cabeza con el gol en fuera de juego de Sidnei o el disparo de Lucas que primero desvió Alberto y acto seguido dio en el palo.

El gol de la permanencia en el Camp Nou se repetía en el videomarcador a modo de motivación y hasta el debut de Jonathan Rodríguez en casa ilusionó a los coruñeses. Pero el tiempo corría y lo hacía en contra. El premio se lo llevó la mareona. Una vuelta a casa feliz, con tres puntos en la mochila. La derrota, no obstante, no hizo callar a los deportivistas, que siguieron animando quizá pensando en la buena imagen de los tres últimos partidos.

Sí enmudecieron las dos aficiones al comienzo del choque, cuando se guardó un minuto de silencio por las víctimas del Rally de A Coruña. También hubo tiempo para felicitar a Javier Gómez Noya, que recibió un caluroso aplauso.