Al Deportivo se le escurrió ayer de entre las manos un partido que tenía encarrilado después de mostrarse muy superior a un Granada muy limitado, sometido durante la mayor parte del tiempo a la iniciativa y el planteamiento de los blanquiazules. El equipo de Víctor Sánchez del Amo se quedó a medias y regresa de Los Cármenes con un empate que sabe a poco antes de afrontar el segundo parón del campeonato.

Le hizo falta poco a los deportivistas para ponerse por delante y defender un marcador en ventaja, en una versión menos vistosa e intensa que la de anteriores jornadas pero igual de efectiva. Tampoco necesitaron mucho los locales para igualar, que se encontraron con el empate a través de un desajuste defensivo de los coruñeses precedido de un claro fuera de juego que el juez de línea no señaló.

El Deportivo, a pesar de la decepción por el resultado, sale reforzado de Granada en su propuesta porque se volvió a ver a un equipo con intención, ordenado, fiable y, sobre todo, superior a un rival llamado a luchar por el mismo objetivo durante la temporada.

Faltó sin embargo afilar el colmillo para cerrar un partido que se le puso en muy favorable a los deportivistas después de un arranque en el que no se demostró tan agresivo como en otras ocasiones. La versión fue la del visitante que ya se había visto ante el Betis, atento a la propuesta del rival y con la vista puesta en los errores ajenos.

En ese contexto también se sienten muy cómodos los de Víctor Sánchez, apoyados en la seguridad defensiva que han mostrado en este inicio de temporada, el trabajo en el centro del campo de Mosquera y Borges y la velocidad que le imprime al ataque Lucas Pérez.

Ayer el plan se presentaba todavía más definido en ese aspecto con el regreso a la alineación de Jonathan Rodríguez. Existía la incógnita previa de ver cómo se acoplaba el uruguayo al coruñés y queda la sospecha de que sin espacios por delante y metros para correr el delantero cedido por el Benfica sufre porque no encuentra acomodo sobre el campo. Intentó asociarse con Lucas, Luis Alberto y Fayçal, pero su perfil no es el de un rematador.

Aún así, fue Jonathan el que tuvo las primeras oportunidades para un Deportivo que comenzó a asomarse por el área contraria ante la falta de iniciativa local. Primero se plantó en el área tras una recuperación en campo deportivista, pero decidió mal cuando ya encaraba a Andrés Fernández intentando sorprenderlo por arriba. Apenas dos minutos después, el uruguayo volvió a tener otra ocasión tras una jugada ensayada en la que Lucas no acertó a rematar después de intentar una chilena y en la que la pelota acabó en la frontal del área. Su disparo se marchó por encima del larguero.

No se había llegado al cuarto de hora y el Deportivo ya había manifestado su dominio con oportunidades claras y un mejor posicionamiento en el campo. En parte lo consiguió por la jerarquía que mostraron Borges y Mosquera ante el superpoblado centro del campo del Granada. El costarricense y el coruñés se bastaron para imponerse a Krhin, Javi Márquez y Fran Rico y marcar la pauta del encuentro. Volvió a sobresalir Mosquera por su facilidad para guardar la pelota y dar el suficiente tiempo a que se desplegara el equipo por delante y se incorporasen los laterales, pero también Borges en una tarea menos vistosa. Ayer el tico estuvo más estático, sin ese recorrido de ida y vuelta que mostró en otros encuentros, pero siempre bien posicionado para barrer los balones divididos que caían por el centro del campo. En esa labor de escoba estuvo sensacional.

En parte el trabajo de ambos permitió al Deportivo adelantarse en el marcador en una jugada en la que se manifestó la superioridad blanquiazul en el centro del campo. Navarro robó un balón en posición adelantada y combinó con Luis Alberto para posteriormente colocar un centro atrás para la llegada de Fayçal. El franco-marroquí remató a bote pronto con precisión para colocar a los deportivistas en ventaja.

El tanto inclinó el campo para los de Víctor Sánchez del Amo, que a partir de entonces dominaron con más comodidad todavía. Cinco minutos antes del descanso pudieron ampliar la ventaja tras una espléndida llegada de Lucas Pérez por la banda derecha. El coruñés esperó hasta la incorporación de Borges, que en posición franca para el disparo cedió a la izquierda para Jonathan. El uruguayo, sin embargo, se embarulló con el balón y puso una tacha más a un partido que terminó de torcérsele tras la reanudación.

Fue a los cuatro minutos cuando el Deportivo tuvo la ocasión más clara para ampliar su ventaja y cerrar el partido. Jonathan, tras otra llegada de Lucas por un costado, no aprovechó el servicio del coruñés y mandó fuera una pelota con el portero ya batido. Se marchó el uruguayo deprimido y entró Oriol, pero el equipo no jugó mejor, más bien dio un paso atrás.

Ahí se le escapó el encuentro a los deportivistas, que vieron entonces cómo el Granada cogía impulso con la entrada de Piti, que antes de empatar mandó un balón al palo ante la pasividad de Lux. El empate llegaría tras un fuera de juego que el línea no vio y otro error defensivo deportivista. A la zaga le volvió a faltar la contundencia necesaria para despejar el balón hasta en dos ocasiones y Piti no desaprovechó la oportunidad que le pusieron en bandeja.

No hubo noticias a partir de entonces para un Deportivo que se queda a medias: mitad reforzado y mitad decepcionado.