El Deportivo de Víctor Sánchez está en el buen camino para cumplir su aspiración inicial de consolidarse en Primera y frenar de una vez por todas ese ascensor al que parecía haberse subido en los últimos años, con dos descensos y otros tantos regresos a la cúspide del fútbol español. Su objetivo es la salvación, y esa sigue siendo la única meta, aunque el rendimiento del equipo en este inicio de curso haya disparado las expectativas de muchos aficionados. Y no solo por sus resultados -doce puntos en siete jornadas, un registro más propio de un candidato a Europa que de un aspirante a la permanencia- sino sobre todo por la buena imagen y las sensaciones que transmite. Está a años luz de los grandes, pero en algunos detalles parece un Deportivo de otra época. Por ejemplo, en su solidez como bloque, que fue la gran seña de identidad de aquel Superdépor que conquistó la primera Copa del Rey en 1995. Miroslav Djukic, Donato Gama, Javier Manjarín y Nando Martínez, titulares en aquella histórica final en dos actos frente al Valencia, elogian la fortaleza colectiva del conjunto blanquiazul por encima de sus individualidades, que también las tiene.

"Transmite muy buenas sensaciones en todos los sentidos. Víctor está consiguiendo que el equipo funcione como eso, como un equipo", relata Manjarín, quien abrió el marcador en la final que supuso el primero de los seis títulos oficiales para el club coruñés. "Tiene calidad individual, pero lo más importante es su bloque -argumenta Djukic-. Se ve compacto en todas sus líneas". Una opinión idéntica a la de Nando, quien destaca las ideas claras que han mostrado los pupilos de Víctor en las siete jornadas disputadas: "Saben a qué juegan, tanto en casa como fuera". El valenciano cree que los fichajes "han mejorado el nivel del equipo" y considera que todos los integrantes de la plantilla "confían mucho en lo que el técnico les inculca".

Donato, por su parte, valora la "organización" que ahora presenta el equipo coruñés. "Eso era lo que faltaba, un poco de organización", recalca el hispanobrasileño, campeón de Liga junto a Víctor Sánchez en el año 2000, con Jacques Songo'o bajo los palos. El francocamerunés también se alegra de lo bien que le van las cosas a su excompañero en el banquillo de Riazor y destaca las prestaciones del equipo como "conjunto". "Está demostrando que es un bloque fuerte, que defiende y ataca bien", explica el exguardameta blanquiazul. Mensajes parecidos, porque todos coinciden en resaltar la fortaleza colectiva del actual Deportivo, al que ven en disposición de salvarse sin sufrir tanto como la pasada campaña. Al unísono recomiendan que el equipo siga como hasta ahora, marcándose objetivos a corto plazo, sin mirar más allá del siguiente partido.