El primer clásico gallego de la temporada 2015-16 se jugará en la noche del sábado 21 de noviembre a las 22.05 horas en Riazor. Otra vez horario nocturno como viene sucediendo desde la campaña 2011-12 cada vez que se enfrentan el Deportivo y el Celta. Aquel fue el año del reencuentro, en Segunda División. Aquella temporada, el partido de Riazor empezó a las 20.00 horas, mientras que el de la segunda vuelta en Balaídos empezó a las 12.00. Ambos equipos se jugaban el ascenso y Canal Plus decidió que era el partido más interesante de la jornada.

En las dos siguientes temporadas en las que se disputó el derbi gallego, la Liga impuso también horarios tardíos. En el curso 12-13 jugaron en Balaídos a las 20.00 y en Riazor a las 21.45. Y el año pasado, ambos encuentros empezaron a las diez de la noche. Un horario que limita el desplazamiento de seguidores de uno y otro equipo al campo adversario.

Si ya numerosos aficionados se mostraban reticentes a viajar al terreno del eterno enemigo, debido a los enfrentamiento violentos que se repetían de forma reiterada, el horario de los últimos partidos hizo que la presencia de afición contraria fuese mucho más reducida. Incluso en la pasada temporada, cuando ninguno de los dos grupos ultras -Riazor Blues y Celtarras- generó conflicto alguno. No pasó nada en Vigo y menos en A Coruña. En buena parte porque el asesinato de Jimmy concienció a ambos grupos de que algo tenía que cambiar. De hecho, el derbi de Riazor se disputó dos meses y medio después de la muerte violenta del seguidor coruñés en el Manzanares.

También este año se espera tranquilidad, aunque poco movimiento debido al horario. Será un encuentro que llega en un muy buen momento para los dos equipos. El Deportivo es sexto y el Celta, segundo. Están separados por cinco puntos tras las ocho primeras jornadas. Cuando llegue el derbi habrán disputado tres partidos.

El Deportivo visitará al Málaga, recibirá al Atlético y viajará al campo del Levante; el Celta jugará con el Madrid en Balaídos, visitará a la Real Sociedad y concluirá este ciclo en Vigo contra el Valencia. Después llegará el parón. Una semana sin Liga y quince días para que cada conjunto prepare el partido más importante de la temporada en el fútbol gallego.

Será el trigesimocuarto clásico en Riazor, donde los olívicos se llevaron los tres puntos la pasada temporada y sumaron su novena victoria en feudo deportivista. Los blanquiazules llevan 17 triunfos ante su parroquia y cedieron, además, siete empates. Estadísticas que los deportivistas anhelan mejorar, sobre todo tras lo sucedido en el curso anterior, pues cayeron en los dos partidos, Balaídos y Riazor. Aún se recuerda el penalti errado por Medunjanin en Vigo que pudo suponer el empate. El bosnio pasó esa noche de héroe a villano.