Fueron 82 los detenidos en dos fases dentro de la operación Neptuno, cuatro de los cuales ingresaron en prisión el pasado diciembre como supuestos autores de la muerte del coruñés, aunque en mayo se produjo un giro y el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid ordenó su puesta en libertad al tener dudas de que participaran en los hechos. Dos de ellos, Ismael López, el Búfalo, y Francisco Jiménez, fueron detenidos en Parla (Madrid); Sergio Santiago en Alcobendas; y el cuarto de ellos, José Luis Zarzoso, en Valencia; todos en base a las investigaciones realizadas por la policía.

A pesar de las pruebas presentadas por las fuerzas de seguridad, Pedro Merchante, el cuarto juez sobre el que recae este proceso, decidió dejar en libertad a los acusados de la muerte de Jimmy porque aprecia "dudas más que razonables" de que los apresados fuesen los que lanzaron a Francisco Javier Romero al río apoyándose en la escasa calidad de las imágenes aportados sobre los hechos y en los testimonios de tres testigos.

Las fuerzas policiales han defendido su postura pese al rechazo del magistrado, la cual se vio reforzada tras conocerse que el pasado mes de julio un testigo protegido declaró ante el Tribunal de Menores de Madrid identificando a los cuatro detenidos como los agresores de Jimmy.

La versión de la Policía Nacional, además, está respaldada por la delegación del Gobierno en la capital. Ante las noticias negativas que llegan desde Madrid, han aumentado las voces de protesta ante las decisiones del juez y tanto aficionados deportivistas, el propio club blanquiazul (directiva y plantilla), el alcalde de A Coruña, o la asociación Jimmy Sempre con Nós, entre otros, reclaman que la muerte de Jimmy no quede impune ya que parece haber pruebas suficientes que señalan a los culpables, tal y como declaró a LA OPINIÓN este mes Erlantz Ibarrondo, abogado de los aficionados deportivistas sancionados por los incidentes de Madrid Río.