Lucas debía estar harto. Pelea con Godín, cuerpo a cuerpo con Giménez. Y no había nadie en muchos metros a la redonda. Pocos duelos más desagradecidos para un delantero. Pasaban los minutos, él no se rendía. Nunca lo ha hecho y menos lo iba a hacer hoy. De repente, adivinó un claro en forma de titubeante control y allí se lanzó a tumba abierta. Cuando se quiso dar cuenta, Giménez ya estaba en el suelo temiéndose lo peor. Un bendito loco le había robado la cartera y aún había tenido la serenidad para resolver con clase ante el resto de la defensa. Riazor estallaba. Gol de fe y calidad. Así es Lucas, así lo disfruta el Dépor.

La primera parte fue un ejercicio de paciencia. La que tuvo el Atlético para abordar a su rival. La que mostró el Dépor para no enseñar ni media fisura. La que desarrolló el coruñés para luchar contra los molinos rojiblancos. Incluso a los espectadores no les quedó más remedio que armarse de tranquilidad. El partido era lento, lento. Iba casi frame a frame, mientras los madrileños se pasaban la pelota a dos por hora y los coruñeses defendían su fuerte. Solo Jackson y Carrasco rompieron el sesteo. El colombiano, para evidenciar su lentitud ante la centella Sidnei. Dos remates, dos victorias para el brasileño. Y el belga, para adueñarse de la banda izquierda y del ataque.

Su momento llegaría en torno a la media hora. Hasta entonces el plan de Víctor tenía pocos peros. El fútbol del Dépor estaba a años luz de inquietar al Atlético. Había un abismo entre la dupla Jonás-Fede y Lucas. Pero los blanquiazules aguantaban. Se multiplicaban las ayudas, las atenciones defensivas. El panorama era el ideal para más de un entrenador. Después de mucho mover el balón, el equipo visitante acabó encontrando un resquicio en la banda izquierda. Hacia esa zona volcó su fútbol. Un taconazo de Carrasco, otra triangulación... Y al final en una jugada con un par de rebotes el balón le llegó a la frontal a Tiago. No falló. Su volea se incrustó en el clavo. Calidad. Dinero.

El castigo era exageradísimo para el Dépor. Un par de rechaces, una gota de la calidad del portugués y media hora impecable se había ido a la basura. El golpe lo notaron los blanquiazules. Los últimos diez minutos, hasta el intervalo, pudieron ser su tumba. Godín remató al palo, Griezmann, al lateral de la red. Jugó con fuego y no se quemó. El desastre había sido evitado. Partido abierto.

En la segunda mitad dio la impresión de que se cambiaron las camisetas. El Dépor dominaba, el Atlético cedía terreno. La única diferencia es que había algo más de ritmo en cada acción. Fede y Jonás revivieron, Lucas estaba más acompañado, las líneas del Dépor, mucho más arriba. A Riazor le agradaba lo que veía, pero el rival era peligroso. Duelo roto, metros para hacer daño. Dio igual. El Atlético dimitió. Guardó la ropa y a vivir. El 0-1 le sobraba. El empate fue una condena a su falta de ambición.

La invitación de los madrileños animó más al Dépor. Aun así la empresa tampoco era fácil. Su rival tiene unas magníficas maneras defensivas y no había huecos. Solo podía encontrarlos quien se los inventa. Únicamente Lucas vio una posibilidad en una quimera. Giménez falló, pero hubo quien estaba ahí para forzar y esperar el error. Gol, magnífica resolución. Riazor se venía abajo. El 1-1 premiaba la insistencia coruñesa, su gran resistencia del primer acto y hacía penar al equipo rácano.

El gol revolucionó una contienda que, por fin, era de ida y vuelta. Al Atlético le entraron las prisas después de haber hibernado. Ya no le valían los pivotes y sacaba delanteros. Al Dépor no le estorbaba la hoja de ruta de los últimos minutos. Su rival, necesitado, se iba arriba mientras los blanquiazules se relamían con el punto, con Riazor empujando y con tantos metros por delante. Pudo llegar el 2-1 con el académico lanzamiento de Fayçal al palo. No hubo premio, sí justicia. Para el que peleó con lo que tuvo, para el que no se escondió. El Dépor también compite ante los grandes. En la lucha.

FICHA TÉCNICA (Deportivo- Atlético, 1-1)

Deportivo: Lux; Laure (Juanfran, min. 75), Lopo, Sidnei, Navarro; Celso Borges, Mosquera; Fede Cartabia, Fayçal Fajr, Jonás Gutiérrez (Luis Alberto, min. 69); y Lucas Pérez.

Atlético: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Koke, Gabi, Tiago (Torres, min.82), Yannick Carrasco (Correa, min.61); Griezmann y Jackson Martínez (Saúl Ñíguez, min.71).

Goles: 0-1, min.34: Tiago. 1-1, min.77: Lucas Pérez.

Árbitro: Pérez Montero, del colegio andaluz. Mostró amarilla a Fayçal Fajr (min.15) y Fede Cartabia (min. 90), por parte del Deportivo.

Incidencias: Riazor, 24.608 aficionados.