Ya sea porque los rivales le han cogido la medida, porque ha perdido parte de las señas de identidad que lo distinguieron al comienzo del campeonato o simplemente porque atraviesa un bache en su rendimiento, el caso es que el Deportivo se ha vuelto más previsible. Su juego carece de parte de la personalidad que le hizo encadenar buenos resultados y acumular sensaciones positivas en las jornadas iniciales. En el arranque, el conjunto de Víctor Sánchez del Amo se distinguió por ser un equipo reconocible a partir de su seguridad defensiva y su velocidad y atrevimiento en ataque. A medida que el equipo ha perdido parte de lo que lo hacía más reconocible se ha vuelto previsible.

EMonotonía delante, dudas atrás. El rasgo más marcado del trabajo de Víctor Sánchez del Amo en el equipo durante la pretemporada quedó plasmado en la solidez defensiva. El Deportivo se convirtió en el conjunto de la categoría que menos ocasiones concedía a los rivales, pero esa fortaleza se ha ido difuminando. Ante el Atlético y el sábado contra el Levante Levante esa solidez se convirtió más bien en temor. El equipo recula como estrategia defensiva mientras pierde atrevimiento en ataque. Lucas Pérez ha ido transformándose poco a poco en el único recurso ofensivo de los blanquiazules, pero hasta la fecha ha respondido con creces.

ELa competitividad decrece. La racha de cinco jornadas consecutivas sin ganar (cuatro empates y una derrota) no ha influido gravemente en la clasificación, pero sí ha dejado un mal sabor de boca en el entorno. Las sensaciones ya no son las de hace un mes y la sospecha es la de que el equipo ha dado un paso atrás competitivamente. Salvo en la derrota de MálagaMálaga, Víctor Sánchez del Amo se esfuerza en subrayar que el equipo se ha enfrentado a conjuntos de aspiraciones mayores, como el Atlético Atlético y el Athletic Club, y ha mantenido el tono más bien que mal.

EReal Deportivo Lucas Pérez. Se sospechaba que su aportación sería determinante esta temporada, pero el equipo va adquiriendo la costumbre de entregarse a su inspiración. El coruñés, sin embargo, necesitará algo más de sus compañeros que pases largos.