Sesenta peñas del Celta expresaron ayer su malestar por el sistema de reparto elegido por el club vigués para distribuir y poner a la venta las 630 entradas cedidas por el Deportivo para el próximo derbi gallego en Riazor. En un comunicado difundido ayer a través de las redes sociales, los peñistas denuncian la falta de sensibilidad del club celeste hacia los abonados de fuera de Vigo, a quienes, señalan, se ha perjudicado gravemente con un modo de reparto precipitado y mal publicitado.

Aun reconociendo que la escasa disponibilidad de entradas hacía imposible satisfacer toda la demanda, las peñas firmantes critican que las localidades tan solo se pudiesen retirar "de dos en dos, en persona, con la documentación correspondiente, en día laborable y avisando con 24 horas de antelación" lo que ha impedido que "en la práctica ningún abonado o peñista no residente en Vigo o sus alrededores pudiese adquirir una entrada".

Las peñas añaden que se ha discriminado a los abonados y peñistas forasteros, que se han convertido "en aficionados de segunda categoría y con menos derechos" con una medida que solo ha servido para beneficiar a los vigueses.

Los firmantes recuerdan en su escrito que las peñas "hacen muchos kilómetros a lo largo del año para animar al Celta, bien cada quince días en Balaídos, bien desplazándose a otros estadios superando muchos requisitos y controles documentales" y denuncian que el club les "ha ignorado" dejándolos fuera "del desplazamiento más significativo del año para el celtismo". Agregan las peñas que la medida raya de tal modo en el absurdo que el sistema de reparto ha dejado fuera del reparto a las peñas celestes de A Coruña.

Los peñistas aseguran que se quedan con la sensación de que "las peñas solo interesan cuando se viven malos momentos o en viajes de larga distancia que solo ellas están dispuestas a recorrer". El colectivo se pregunta "de qué sirve" la pertenencia a una federación de peñas "que todos los años firma un convenio en el que se incluye cómo se gestionará la venta de entradas a la afición visitante pero que en los desplazamientos complicados no aparece".

Las peñas denunciantes tienen, en este sentido, la impresión de que el club "apostó por el método más sencillo desde el punto de vista logístico" sin tener en cuenta "las consecuencias que iba a tener para los aficionados y "sin pensar ni dialogar en todos los colectivos" que se iban a ver afectados por su decisión. El Deportivo cedió el número de entradas solicitadas por el Celta que será las que pueda ceder en la segunda vuelta.