Llega el derbi a Riazor con el Celta en uno de los mejores momentos de su historia y el Deportivo en horas bajas de juego con respecto al vistoso y exitoso arranque de la temporada. Pese a la teórica superioridad viguesa, la historia demuestra que los derbis en A Coruña tienen claro color deportivista. El Dépor suma 17 victorias en 33 partidos, en Primera División; los celestes ganaron en nueve oportunidades y los otros siete encuentros finalizaron en tablas. El último antecedente es negativo para los deportivistas, pues perdieron ante su máximo rival (0-2) en la jornada 24 de la temporada anterior, celebrada el 21 de febrero pasado.

Para encontrar el anterior traspiés de los blanquiazules en feudo propio durante un clásico hay que remontarse nueve años atrás. Sucedió un 19 de noviembre de 2006 -jornada 11-, cuando los vigueses se impusieron (0-1) con un solitario gol de Nené. En ese curso, los celestes también vencieron en la segunda vuelta en Balaídos. Les quedó la satisfacción de haberse impuesto en la confrontación directa con el Deportivo, pero al acabar la temporada el Celta, dirigido por Fernando Vázquez -posteriormente sería sustituido por Hristo Stoichkov-, se fue a Segunda División, mientras que el Deportivo de Joaquín Caparrós quedó asentado en un plácido 13º lugar.

Cinco partidos sin ganar

El Deportivo afronta el partido más trascendente de la temporada tras cinco partidos consecutivos sin ganar, lleva cuatro empates y una derrota. El último triunfo blanquiazul data del 27 de septiembre cuando, en la sexta jornada, goleó al Espanyol en Riazor (3-0). Fue su primera y única victoria en casa, donde suma seis puntos de quince posibles. Es de los equipos que más cede como local -solo Granada y Real Sociedad, con dos puntos sumados, el Betis, con cuatro, y el Sporting de Gijón, con cinco, entregaron más que los blanquiazules- y recibirá al conjunto que mejores registros cosecha a domicilio -cuatro victorias y un empate-, incluso por delante del Barcelona y del Madrid. Los vigueses todavía se mantienen invictos en sus encuentros como visitantes.

Los olívicos han conseguido a domicilio 13 de los 21 puntos que figuran en su casillero. Con una propuesta futbolística idéntica a la que defiende en Balaídos, donde sin embargo solo ha sumado 8 puntos, el equipo vigués se ha impuesto a domicilio en escenarios de todo tipo y frente a adversarios de muy diferente condición. Superó con mucho trabajo al Levante en estadio Ciutat de Valencia en el duelo inaugural de la Liga (1-2), conquistó feudos tan complicados como el Sánchez Pizjuán (1-2) o El Madrigal (1-2), empató remontando en el campo del Eibar (1-1) y ganó en Anoeta, un campo que se le resistía desde hace 14 años, con un gol del Tucu Hernández en el último suspiro (2-3). En total, 13 puntos de 15 posibles que convierten al grupo de Berizzo en un visitante complicado.

S i en su último viaje a Riazor, el pasado 21 de febrero, el Celta se llevó los tres puntos, en la campaña anterior el Deportivo, con Fernando Vázquez en el banquillo, logró un triunfo de mérito (3-1), que fue capaz de levantar a los blanquiazules y hacerles concebir esperanzas de salvación con goles de Riki, Silvio y Salomão, además del de Park de los vigueses, que propició el inicio de la salida del cuadro coruñés de la zona de descenso. Finalmente, en la última jornada, se certificó su defunción como equipo de Primera. También se había producido el triunfo local en la campaña anterior, con ambos equipos en Segunda. Fue el partido en el que Lassad liquidó a los olívicos (2-1) en el minuto 84, dos después del empate de Orellana. Los célticos sumaban ya cinco años sin vencer en el campo del máximo rival.

Un dato a tener en cuenta en la temporada actual es que el Celta ha jugado en clara superioridad en cuatro de los once partidos que ha disputado. Cierto que también lo hizo en inferioridad numérica en uno. En las tres primeras jornadas los celestes jugaron casi todo el partido con un hombre más. En el estreno de la competición, en su visita al Levante (1-2), los granotas sufrieron las expulsión de Simão en el minuto 4 de partido; en la segunda jornada, en Balaídos, Toño, portero del Rayo, fue expulsado en el minuto 8 (3-0); en la tercera, también en Balaídos, Javi Vara de Las Palmas fue expulsado a los diez minutos y aún así los canarios lograron empatar (3-3); finalmente, en El Madrigal, Bailly del Villarreal fue expulsado en el minuto 46 y los vigueses acabaron ganando (1-2). El Celta también vivió la otra cara de la moneda, pues jugó media hora contra el Madrid en Balaídos por expulsión de Aspas (1-3). Fue contra el Madrid.