A Basilio Suárez le tocó vivir el derbi muy lejos de casa. Contrató su viaje a Buenos Aires en junio y cuando salió el calendario de Primera División, el Deportivo-Celta estaba marcado para el 8 de noviembre. "Era perfecto", recuerda. Sin embargo, los cambios de la Liga rompieron sus ilusiones y se vio obligado a seguir el partido desde el otro lado del Atlántico.

"Volamos el jueves por la noche y el sábado (21 de noviembre) era el partido así que contactamos con la Peña Deportivista de Argentina para ver el derbi con ellos", relata el herculino, que es socio del Dépor desde hace 23 años. Junto a un amigo que vive en Londres, Basilio acudió al Centro Gallego de Buenos Aires con su camiseta blanquiazul. "Fue estupendo, cantamos y nos divertimos. Son todos muy buenos chavales, la mayoría nunca han venido a Galicia pero son del Dépor desde siempre", comenta.

Después del 2-0 era el momento de la fiesta, pero se encontró con un pequeño problema. "Desde las ocho de la tarde había ley seca porque al día siguiente eran las elecciones. En un bar dijimos que éramos extranjeros y nos dejaron seguir celebrando".