La desahogada situación del Deportivo en la Liga, quinto clasificado con once puntos de ventaja sobre el descenso, hace que la Copa del Rey se presente como una gran oportunidad, no como un estorbo. Lo fue en los últimos años, porque el equipo coruñés necesitaba concentrar toda su energía y atención en el torneo de la regularidad, pero esta vez, en cambio, no molesta. Al contrario. Ilusiona más que nunca y al mismo tiempo supone un escaparate ideal para que los menos habituales puedan lucirse y reivindicar una mayor cuota de protagonismo. Cuatro de los que jugarán de inicio esta noche en Palamós ante el Llagostera -Manu, Saúl, Medunjanin y Cardoso- ni siquiera han debutado en Liga, así que su motivación será máxima, o al me nos así debería ser, para tratar de convencer a Víctor Sánchez.

De los once que arrancaron el encuentro del pasado fin de semana contra la Unión Deportiva Las Palmas, no repetirá ninguno. El técnico madrileño compondrá un once totalmente nuevo para foguear a los secundarios y oxigenar a los que más desgaste acumulan en este primer tercio de campaña. No quiere correr riesgos. Pretende tener a sus pilares frescos para el encuentro del sábado contra el Sevilla. Siete de los que fueron titulares en el estadio de Gran Canaria ni siquiera viajaron a Palamós: Lux, Sidnei, Juanfran, Navarro, Mosquera, Álex y Lucas Pérez. En cambio, sí formarán de inicio esta noche Laure y Fayçal, que entraron en la segunda parte frente al conjunto insular. Ellos serán los que liderarán el equipo esta noche, junto a otros futbolistas con ganas de hacerlo bien y coger buenas sensaciones, como Juan Domínguez, Fede Cartabia y Oriol Riera. El delantero catalán, que todavía no ha marcado esta temporada, asumirá la responsabilidad de cara al gol. Necesita anotar ya y el estreno en el torneo del KO se presenta como una ocasión ideal para hacerlo.

Es la Copa de las oportunidades para el Deportivo, y a la vez la de la ilusión y la esperanza por llegar lo más lejos posible en este torneo tan bonito, conquistado en dos ocasiones por el equipo blanquiazul (1995 y 2002). El primer rival en el camino es el modesto Llagostera, actualmente en puestos de descenso en la clasificación de Segunda. En teoría es muy inferior al Dépor, por muchos cambios que haga Víctor en la alineación, pero saldrá a tope de intensidad para tratar de aplazar el desenlace de la eliminatoria hasta la vuelta en Riazor, fijada para el martes día 15.