Del momento de forma que atraviesa Lucas Pérez hablan sus cifras hasta el momento. Ayer ante el Sevilla sumó su quinto gol consecutivo, el décimo de la temporada. Son números de récord, al alcance de los jugadores inscritos con letras de oro en la historia del club. Sus tantos son manifestación más clara de su importancia en el equipo, pero hay otros detalles que revelan hasta qué extremo es imprescindible en los planteamientos de Víctor Sánchez del Amo.

No se había llegado a la media hora de la segunda mitad y el Deportivo peleaba por mantener la ventaja en el marcador. Un mal lanzamiento de falta provocó el contragolpe visitante. Krohn-Dehli salió disparado hacia la portería de Germán Lux y ayer apareció Lucas Pérez para estorbarle, consciente de que por el carril derecho no había nadie que se interpusiera ante el centrocampista danés.

Esa entrega fue la manifestación de que la aportación de Lucas Pérez va más allá de unas cifras goleadoras que lo están convirtiendo en uno de los jugadores más destacados en lo que va de campeonato, tanto como para llamar la atención de Vicente del Bosque en un año de Eurocopa.

Actualmente es el máximo goleador nacional de la Liga junto a Aduriz, pero sobre todo es la máxima referencia de un equipo en el que sus compañeros en ataque todavía no se han estrenado y penalizado especialmente durante las últimas temporadas por su falta de producción anotadora.

Hacía muchos años que un jugador del Deportivo no conseguía tal cifra de goles transcurridas tan solo catorce jornadas del campeonato. Hacía también bastantes que un futbolista blanquiazul no lograba anotar en cinco jornadas consecutivas. Antes que el coruñés lo habían hecho Paquirri, Pahíño, Bebeto, Rivaldo, Makaay y Pandiani.

Todos forman parte de un cuadro de honor deportivista en el que empieza a colarse el futbolista de Monelos por sus cifras y también por la influencia que tiene en el juego de los deportivistas. Solo le falta encontrar a un compañero que lo secunde y que eleve todavía más las aspiraciones del conjunto de Víctor Sánchez del Amo.