Desde su llegada a Mallorca en 2007, Germán Lux ha perseguido sentirse importante en el fútbol europeo. No lo consiguió en las islas ni tampoco en sus dos primeras temporadas en el Deportivo, siempre a la sombra de Aranzubia. Fue protagonista en Segunda tras la marcha del riojano y el cariño y el reconocimiento de la gente le llevaron a ampliar su contrato. El argentino tenía marcado en rojo el curso pasado, pero acabó adelantado por un Fabricio que se convirtió en la sensación de un campeonato agónico. Las expectativas no se presentaban mejores este año, pero la lesión del portero canario le abrió las puertas de la titularidad. Precisamente aquello que ha perseguido con insistencia desde que hace ocho años aterrizara en Europa puede llegarle antes de emprender el camino de regreso.

El portero acaba contrato el próximo 30 de junio, como Fabricio, y el club mostró a través del presidente, Tino Fernández, intención de prolongárselo. "Termino contrato esta temporada, pero ya hace dos años que saben que lo finalizo", resumió ayer el argentino después del entrenamiento del equipo en Abegondo. Su intención, dijo, es centrarse en la competición y dejar a un lado cuestiones relacionadas con su futuro. Lo que sí dejó claro es que se siente muy a gusto en el equipo y en la ciudad: "Yo me voy a mantener al margen y son cosas que hablará el club con mi representante. A ver si podemos llegar a un acuerdo. Yo no quiero hablar. Mil veces ya he dicho que yo estoy contento, que mi familia está a gusto en Coruña. Eso lo saben de memoria".