La trayectoria del equipo hasta la fecha alimenta las esperanzas de una sorpresa esta tarde. La posición en la tabla, la racha de resultados inaugurada con el triunfo frente al Celta (dos victorias y un empate) y sobre todo las sensaciones que dejaron los deportivistas en los últimos tres compromisos la apoyan.

Los blanquiazules volvieron a ser ese conjunto incómodo para el rival, experto en contrarrestar las virtudes de los contrarios y con la malicia necesaria para hacerles daño. Ante el Barcelona necesitará esa receta elevada a la máxima potencia para incomodar al equipo azulgrana, envalentonado por el empate de la semana pasada ante el Valencia y por la igualada del miércoles frente al Bayer Leverkusen en la última jornada de la Liga de Campeones con una versión menor.

Necesitará el Deportivo sacar el máximo provecho de una receta sobre la que ha cimentado un inicio de campeonato que le permite ya tener media salvación en el bolsillo y sobreponerse a las bajas con las que se presentará en el Camp Nou. A las de Fabricio, Borges, Jonás y Oriol se sumó durante la semana la de Fede Cartabia. Es sin embargo la ausencia de Pedro Mosquera por sanción la que representa un vacío más grande en el once de Víctor Sánchez.

Incuestionable desde que arrancara la temporada, su influencia en el juego del equipo encuentra difícil recambio en la plantilla. Juan Domínguez se perfila como su sustituto en el centro del campo como acompañante de Álex Bergantiños y el regreso de Fayçal a la titularidad se presenta también como probable para darle más empaque y recorrido a los deportivistas.

Entre los tres deberán compensar la baja de Mosquera y entorpecer a los azulgrana, que en la misma medida se verán mermados por la ausencia de Neymar. No estará el brasileño, pero sí Messi y Luis Suárez, un dúo con la suficiente entidad como para poner a prueba la solidez demostrada por la defensa deportivista en lo que va de campeonato.

El partido ofrecerá al mismo tiempo una medida real de la respuesta que puede dar el grupo de Víctor Sánchez en un compromiso de estas características y frente a un rival de relumbrón. Un resultado positivo elevaría todavía más si cabe las expectativas alrededor del equipo, pero, de no ser así, al menos se espera que los blanquiazules mantengan el tono competitivo de las últimas semanas en un escenario en el que puso la primera piedra de esta temporada.