Riazor vivió ayer una de sus estampas más festivas de toda la temporada debido a los miles de gorros navideños, en azul y blanco, que se repartieron gratuitamente en los accesos del estadio. Una iniciativa benéfica a cargo del club y en colaboración con Marineda City que tuvo muy buena acogida entre los aficionados, que además de para dar color al graderío, también los agradecieron para resguardarse de la lluvia que dominó la noche de ayer durante buenos periodos. Se mirase a la grada que se mirase, la imagen era la misma, miles de cabezas cubiertas de estos objetos, los mismos que se pusieron los jugadores al final de los últimos entrenamientos de esta semana para promocionarlos.

La Navidad llegó por adelantado al coliseo deportivista con estos complementos que escondían una buena causa detrás. Se regalaron a todos los asistentes al partido, con la posibilidad de hacer un donativo aquellos que así quisieran, para después destinar los fondos recaudados a cuatro instituciones que se dedican a fines sociales: el Centro Oncolóxico de Galicia, la Fundación Meniños, el Hogar Sor Eusebia y la Cruz Roja. Hasta el grupo de niños y niñas que se hicieron la foto con los futbolistas posaron con ellos. No fue el único acto solidario anoche, ya que en los soportales que dan acceso al fondo de Pabellón estaba organizada una recogida de juguetes, destinados a los menores de familias sin recursos de la ciudad. Así, el deportivismo mostró ayer su lado más solidario en la previa de un choque en el que dejó aparcada durante noventa minutos la jornada de reflexión anterior a las elecciones de hoy.

Unas horas precedentes al partido que se vieron empañadas por la intensa lluvia que arreció en varias ocasiones y que impidió que los establecimientos hosteleros cercanos a Riazor luciesen su mejor entrada. A pesar de ello, fueron muchos los aficionados que se acercaron a ellos para ir calentando el ambiente de unas gradas que ayer firmaron una notable entrada para el día pasado por agua que se dio, las fechas, con la Navidad a la vuelta de la esquina, y el rival, que a pesar de estar siendo una de las sensaciones del curso, no tiene el tirón de otros equipos con más solera.

Esto no fue motivo para que no recibiesen con una gran ovación a Marta Brañas, la Potrilla de Arteixo, que hizo el saque de honor como muestra de reconocimiento tras haber hecho historia como la primera campeona de España de boxeo profesional este mes. Lo hizo ataviada con una camiseta del Deportivo con el dorsal 15 y su apellido encima. Tras su intervención, se pasó a un momento completamente opuesto, ya que se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Jesús Samper, presidente del Real Murcia y uno de los fundadores de la Liga, que falleció esta semana.

Marta Brañas fue la invitada de honor de un encuentro que además contó con la presencia de un pequeño grupo, de alrededor de treinta aficionados, que acudieron desde el País Vasco para apoyar al Eibar. Durante el mediodía y la tarde se les pudo ver por el centro de A Coruña, ataviados con los colores de su equipo, y entre los que destacaba una señora que claramente superaba los setenta años, pero que también portaba una bufanda azulgrana orgullosa de su club. Como es normal, ocuparon la sección del graderío reservado para la hinchada visitante, aunque se quedaron a años luz de dar el colorido que se vio cuando ese lugar fue ocupado por los seguidores de Sevilla y Celta cuando estos equipos visitaron Riazor. Con el cuadro armero también llegó Borja Bastón, un viejo conocido del Deportivo al que el estadio recibió con indiferencia, no hubo pitos ni aplausos para el delantero que disputó como blanquiazul una campaña, la que se espera que sea la última en Segunda División.