El Coliseum Alfonso Pérez, siempre genera un clima frío... Por la poca gente que asiste al campo y por la baja temperatura que suele haber la mayor parte de las noches. Contagiado por todo eso, solo Lux consiguió mantener en pie al Dépor durante el primer tiempo, acertado en sus intervenciones y sobre todo salvando el gol en al menos dos ocasiones. El equipo sufrió defensivamente en los centros laterales y en la circulación previsible del Getafe, que llegó buscando la espalda de Juanfran y de Navarro para intentar acabar las jugadas en primeros remates, generalmente de Sarabia, o incluso en las segundas jugadas, como así hicieron Víctor, Álvaro o Vergini. En ataque, la excesiva impaciencia de Lucas, bajando a tres cuartos de campo para combinar con Fede y Luis Alberto, hizo que se perdiese excesivas veces la referencia y la profundidad. Como mejor rinde el máximo goleador del equipo es yendo a los espacios o llegando en velocidad a la contra, como quedó demostrado al filo del descanso en un tipo de ocasión que no suele perdonar. En la reanudación, el equipo se recompuso y dio un paso adelante, buscando dominar más el juego, intentando posesiones más largas y mayor circulación. Pero fue solo una intención y un espejismo. A partir de ahí, intentó controlar el juego más preocupado de resguardar su portería para que no le hiciesen daño y seguir sumando para acabar dando un punto por bueno. Nada que objetar a la inmaculada campaña de esta primera vuelta, aunque ayer, quizás se pecase un poco de falta de ambición y coraje para ir a buscar la victoria. La mejor de las noticias, acabar el año en una sexta posición impensable para casi nadie hace apenas cuatro meses cuando empezó la competición.