De lo poco que tuvo que lamentarse el Deportivo el domingo tras la derrota frente al Villarreal fue de los puntos que dejó escapar y de la actuación arbitral. El equipo de Víctor Sánchez del Amo salió muy entero del tropiezo ante los castellonenses, perjudicado por una actuación arbitral que condicionó el marcador final. El conjunto blanquiazul, sin embargo, volvió a mostrarse como un grupo competitivo y con los rasgos de identidad que lo han distinguido en este comienzo de la competición.

►La personalidad, intacta. Pese a la derrota, el Deportivo volvió a exhibir las cualidades que lo han caracterizado en esta primera vuelta del campeonato. Fue un conjunto sólido y con intención ante un rival que ha estado situado en la parte alta de la clasificación todo el curso y además le cuestionó el dominio del partido. Solo los errores arbitrales y la falta de acierto terminaron penalizando al equipo de Víctor Sánchez.

►Lucas, bajo vigilancia. Lucas Pérez ha perdido parte del factor sorpresa del que disfrutó en el primer tramo de la temporada. Ya no pasa desapercibido para las defensas rivales después de doce goles y siete jornadas consecutivas marcando. Ante el Villarreal, como ya le ocurriera en Getafe, estuvo más vigilado. Le costó asociarse con Luis Alberto, pero no ha perdido un ápice de su intención y de su capacidad para incordiar a los rivales en cada situación sin importar la zona del campo.

►El juego directo, la asignatura pendiente. Al Deportivo le costó por momentos, especialmente en la primera mitad, desembarazarse de la presión adelantada del Villarreal. Cuando lo intentó con juego directo la mayoría de sus balones en largo se convirtieron en lanzamientos inocuos que no lograron conectar con los delanteros ni con los jugadores ofensivos.