Ante los últimos partidos, en los que no estaban funcionando los laterales reconvertidos en medios de banda, Víctor Sánchez optó por meter dos jugadores -Cani y Fayçal- de corte más ofensivo y con características para mantener más la posesión, pero el Valencia sorprendió en los primeros minutos creando constantes espacios libres a las espaldas de los laterales, lo que provocó cierto nerviosismo en el equipo coruñés. Se corrigió este problema con una presión más adelantada en zonas donde iniciaba el juego el conjunto ché, robando el balón sobre todo Mosquera. De un robo y de la conexión de la dupla del ataque blanquiazul -Luis Alberto y Lucas- llegó el gol del coruñés. En esta primera parte, el Dépor supo mantener el control del partido y no tuvo excesivos problemas.

En la segunda mitad, con la entrada de Bakkali y los cambios de posiciones de algunos jugadores, eso hizo que sobre todo desde la banda derecha defensiva del Dépor se enviaran muchos centros, con el consiguiente peligro de los rematadores valencianistas. Víctor se dio cuenta de ese desajuste e hizo el cambio de Laure, pasando Juanfran a jugar por delante de él. Pero la lesión del exbético obligó a un muy cansado Luis Alberto a cubrir esa posición. Eso, para mí, fue lo que originó el 1-1, pues Parejo tuvo tiempo a parar la pelota, levantar la cabeza y enviar un balón medido a Negredo, que no perdonó. En esa última jugada tengo la duda de si podían haber hecho algo más Lux o los centrales, pero en el minuto 93 de un partido tan sufrido como tuvo el Deportivo no se pueden regalar los puntos permitiendo una acción de ataque con tanta comodidad para el rival.