Víctor tiene fe ciega en este once y lo demuestra semana tras semana repitiendo equipo y sistema, dando poca opción al resto de la plantilla. Tanto Dépor como Betis salieron con un 4-4-2, sin variante alguna. Después de un tanteo inicial, y cuando ya todos habíamos perdido la esperanza de ver finalizada una de las muchas jugadas a balón parado ensayadas por el equipo blanquiazul, apareció la cabeza de Álex, que de un raro escorzo sacó pólvora de donde menos esperábamos. A partir de ahí, el Dépor en vez de tranquilizar el partido, entró en una carrera de precipitaciones de la que salió perdedor en esta primera parte.

Después del descanso le cambió la cara al partido y llegó el gol de Fayçal. Con los cambios de Cartabia y Luisinho por Cani y Navarro el Dépor se hizo claro dominador del partido, aun con algún susto del Betis. Después de muchos centros al área sin rematador alguno, Víctor decide dar entrada a Oriol Riera, quitando a un Luis Alberto al que habría que pedirle un poco más de trabajo en taras defensivas. Un equipo como el Deportivo no puede permitirse el lujo de que los dos delanteros quieran estar frescos para cuando recuperemos el balón. Ahora mismo creo que puede hacerlo solo Lucas por la verticalidad que aporta al equipo en los balones robados por sus compañeros.

Con todo esto, el resultado fue totalmente injusto, ya que los coruñeses hicieron méritos más que suficientes para llevarse los tres puntos.