Nada se le puede reprochar a un equipo cuando, como anoche el Deportivo, hace todo lo que está en su mano para ganar. Basta echar un vistazo a las estadísticas del partido para comprobar su clara superioridad. Disparó 25 veces, diez de ellas entre los tres palos. El Betis, por su parte, solo conectó cuatro lanzamientos, dos de ellos a puerta, ambos con el premio del gol. Ese pleno de eficacia visitante contrasta con la escasa productividad que el equipo coruñés obtuvo de sus múltiples llegadas. Le sobraron ocasiones y le faltó pegada para transformarlas. Por esa falta de contundencia en el área, y por algunos errores defensivos que costaron muy caros, al Dépor se le sigue resistiendo su primera victoria del año. Continúa gafado en 2016 pero, por lo menos, suma otro punto con el que se acerca un poquito más al objetivo de la salvación.

Es el decimocuarto empate de la temporada y el quinto consecutivo del conjunto blanquiazul, acostumbrado a hacer muchos más méritos que puntos en sus últimos encuentros. Anoche volvió a estar mucho más cerca de ganar que de perder. Es lo que le suele pasar últimamente. Acumula méritos, sobre todo en Riazor, y se acaba teniendo que conformar con empates que, tal y como transcurren los partidos, saben a poco. El de ayer, desde luego, es un premio menor para el Deportivo, mejor que el Betis en todo salvo en el resultado final.

Empezó torcido 2016, con una derrota inmerecida en Riazor ante el Villarreal (1-2), y así continúa el año para los coruñeses. Frente al submarino amarillo varios errores arbitrales condicionaron el partido en contra del Deportivo, en general bastante perjudicado por las últimas actuaciones de los colegiados. Ayer, en cambio, la labor de Undiano Mallenco no tuvo ninguna influencia en el desenlace del encuentro. Esta vez el equipo coruñés no ganó, fundamentalmente, porque le faltó gol. Su caudal ofensivo fue tremendo, volcando todo el tiempo el campo hacia la portería de Adán, el mejor futbolista del Betis sobre el césped de Riazor. Fruto de ese afán por llegar a la portería contraria el Dépor forzó hasta diez saques de esquina. El Betis, ni uno solo en todo el partido.