Toca reinventarse y apelar más que nunca al grupo para superar la baja de Lucas Pérez, el jugador franquicia del Deportivo y el pichichi del equipo con catorce goles. No es una ausencia cualquiera. Falta el emblema, el líder, el que suele resolver cuando nadie es capaz. Sin su mejor individualidad, el conjunto coruñés ofrecerá, a la fuerza, una versión diferente. Por muchos motivos, empezando por las características de su sustituto en la punta de ataque: Oriol Riera. Un delantero de otro tipo, capacitado para acabar las jugadas y bajar los balonazos que seguro le lanzarán esta tarde en Cornellá, pero menos dotado para correr con espacios, para asociarse con sus compañeros o para generar ocasiones él solo. El catalán buscará su primer gol liguero de la temporada ante Espanyol, un rival en una situación muy delicada. Suyas son todas las urgencias, por mucho que el Dépor también necesite ganar después de ocho jornadas sin hacerlo.

Mucho tiempo sin vencer, el suficiente como para poner fin de una vez por todas a ese bache de resultados del equipo coruñés, que de paso buscará acabar con su gafe histórico en el campo del Espanyol. Todavía no ha celebrado ningún triunfo en 2016 pero mantiene un cómodo colchón de once puntos sobre los puestos de descenso. Puntito a puntito, empate a empate, ya suma 32, diez más que su rival de esta tarde. Son los pericos los que tienen que arriesgar. Se lo juegan todo, el que más su técnico, Constantin Galca, así que el Dépor tratará de madurar el partido lentamente para que la ansiedad del rival acabe decidiendo el encuentro. Aguantar el chaparrón inicial, que lo habrá, será clave para que el reloj vaya corriendo a favor del Dépor. Le suele sentar bien al conjunto de Víctor ese traje de equipo sólido que concede poco, sobre todo fuera de casa, pero para ganar no le bastará solo con ser fiable en su propia área. En la contraria tendrá que ser bastante más eficaz que en el último partido frente al Betis, una difícil misión sin Lucas.

No está el pichichi, tampoco Cani, y Víctor no solo cambiará las piezas sino también el dibujo táctico para reforzar el centro del campo con tres pivotes: Álex Bergantiños, Pedro Mosquera y Celso Borges, la otra gran novedad en el once. El costarricense reaparecerá tras la lesión que sufrió en noviembre durante un partido con su selección. Los demás serán los mismos de las últimas jornadas, con Luis Alberto y Fayçal Fajr ligeramente escorados para tratar de conectar con Oriol Riera. Galca, por su parte, no podrá contar finalmente con el paraguayo Hernán Pérez, uno de sus mejores hombres. En cambio, sí estará Felipe Caicedo, el máximo artillero del Espanyol con seis tantos. El ecuatoriano será la principal referencia ofensiva de un equipo con otros hombres peligrosos arriba, como Montañés, Marco Asensio o Burgui, pero que suele encajar goles con facilidad.

Uno de los jugadores con mayor proyección del fútbol español. Acaba de cumplir 20 años, pero ya se ha afianzado como uno de los fijos del Espanyol.