Ante las bajas de Lucas y Cani, Víctor decidió cambiar el 4-4-2 utilizado en los últimos partidos para jugar con tres mediocentros, con Mosquera por detrás de Álex y Borges, y las ayudas de Fayçal cuando perdíamos el balón. Sigo echando de menos en esa faceta a Luis Alberto.

Empezó bien el Dépor, pero la lesión de Sidnei trastocó el partido. Durante unos minutos hubo cierto descontrol y alguna oportunidad del equipo catalán, pero los últimos diez minutos de la primera parte fueron del equipo deportivista, que no marcó gol por extrañas decisiones de sus jugadores.

No salimos muy enchufados en la segunda parte y de un saque de banda, con muy poca intensidad defensiva por parte de Laure y Borges, dejan que salga un centro al área con muchos jugadores del Espanyol y pocos del Dépor que estuvieran atentos a la jugada. A partir de ahí fútbol control de los coruñeses sin demasiada profundidad, circunstancia que Víctor quiso arreglar con Luisinho. Extraña que no fuera el primer cambio.

La entrada de Cartabia ya no influyó. Dice mucho de un partido cuando el mejor es el portero y sobre todo en paradas de uno contra uno. Vimos muy poca capacidad de reacción del equipo coruñés y pocas alternativas.