El Deportivo ya necesitaba ganar después de encadenar dos derrotas consecutivas (ante Villarreal y Madrid), también tras enlazar cinco empates seguidos y más cuando alcanzó los dos meses tras la última victoria, pero después de perder la semana pasada contra el Espanyol se ha vuelto una obligación irrenunciable. La racha negativa empieza a pesar en el ánimo del equipo, que se ve a sí mismo cómodamente situado en la zona tibia de la clasificación, pero con la incomodidad de unos resultados discretos durante las últimas semanas.

La visita del colista a Riazor se presenta así como la oportunidad idónea para espantar los sinsabores de los últimos meses, pero el reciente cambio de entrenador de los andaluces aumenta la incertidumbre sobre lo que se pueden encontrar los blanquiazules. No estará tampoco Sidnei para liderar la defensa, lo que añade dudas en un momento en el que los deportivistas han perdido parte de su solidez atrás.

El consuelo para Víctor Sánchez del Amo es que recupera a Lucas Pérez después de su ausencia la semana pasada contra el Espanyol. El equipo recupera así no solo a su máximo goleador, sino también al futbolista capaz de imprimirle a los deportivistas un carácter particular. Con el coruñés en el campo, el conjunto blanquiazul adquiere una referencia, una razón de ser para la propuesta de Víctor. Lucas representa el primer y último eslabón de un sistema que pasa por la velocidad y el aprovechamiento máximo de los errores del rival, y que sin él pierde parte de su razón de ser. El máximo aprovechamiento de la filosofía implantada por el técnico desde el arranque de la temporada depende en gran medida de que el coruñés esté disponible.

También de un funcionamiento defensivo que esta tarde arrancará entre interrogantes por la ausencia de Sidnei. Víctor tiene dos opciones: alinear a Lopo, el único central disponible en la primera plantilla, o bien trasladar a Navarro desde el costado izquierdo como ya hiciera ante el Espanyol. De ello dependerá también la posible entrada de Luisinho en el equipo tras el sorprendente cambio de la semana pasada, cuando el entrenador deportivista prefirió situar a Laure en el lateral derecho.

El trivote formado por Mosquera, Álex y Borges se presenta una vez más como la alternativa más probable para el centro del campo, a pesar de que las experiencias previas no han sido las mejores para el entrenador.