Parecía que el Deportivo había tocado fondo el pasado fin de semana, con la derrota en Riazor ante el Granada (0-1). Después de perder en casa ante el colista, solo podía mejorar. Sin embargo, la visita a San Mamés confirma la cuesta abajo de un equipo roto tanto en ataque como en defensa. Más que el contundente resultado (4-1), ya de por sí doloroso, lo que preocupa por encima de todo es la imagen pésima que volvió a transmitir. El Athletic fue superior en todo. Dominó de principio a fin ante un Dépor que en ningún momento dio la sensación de poder aspirar a arañar algún punto de La Catedral. Con la derrota de ayer, la tercera consecutiva, ya son once las jornadas sin vencer. Mucho tiempo sin sumar de tres en tres, el suficiente como para encender las alarmas porque, para salvarse, el Deportivo tendrá que ganar, como mínimo, dos partidos de los once que faltan, un objetivo nada sencillo teniendo en cuenta la profunda crisis de juego y resultados que atraviesa.

Desde la jornada 16 no gana. Fue el 19 de diciembre del año pasado, en Riazor, frente al Eibar (2-0). Aquel triunfo situó al equipo blanquiazul en puestos europeos, sexto en la tabla, con 26 puntos, doce por encima del descenso. Once jornadas después, solo se ha embolsado seis puntos más merced a otros tantos empates. Con 32 en su casillero, cae a la duodécima posición y, lo que es más importante, el margen con respecto al pozo se estrecha. El colchón sobre las tres últimas posiciones es ahora de ocho puntos, aunque podría quedar en solo seis si esta noche el Granada le gana al Sporting de Gijón.

El sábado, contra el Málaga, el Deportivo tendrá una nueva oportunidad en Riazor para romper de una vez por todas esa serie tan negativa. Un duelo con tintes de final para no complicarse la temporada. Víctor volverá a hacer cambios después de que ayer introdujera hasta cinco variaciones en la alineación, de las cuales solo una fue obligada, la de Stipe Pletikosa por el sancionado Germán Lux. Lopo, Laure, Jonás y Oriol Riera fueron las otras novedades. El rendimiento, pese a los cambios, volvió a ser muy decepcionante. En ningún momento dio sensación de equipo, ni en la fase ofensiva ni en la defensiva. En la primera vuelta apenas le creaban ocasiones. Ayer concedió doce remates al Athletic, de los cuales cuatro acabaron en gol. Tras este 4-1, por primera vez en la temporada el saldo de tantos es negativo, con 34 a favor y 36 en contra, otra consecuencia más de esa caída interminable del Dépor.