Cinco partidos fuera y cinco en casa disputará el Deportivo en esta recta final del campeonato. La teórica dificultad de las salidas, empezando por la del próximo sábado al Vicente Calderón, hace que el objetivo de la salvación, ahora más que nunca, pase por el rendimiento del equipo coruñés en Riazor. Salvo Barça y Madrid -que visitarán A Coruña en la jornada 34 y en la de clausura, respectivamente- los otros tres equipos a los que el Dépor se enfrentará en su feudo -Levante, Las Palmas y Getafe- son, a priori, asequibles. Ganando los dos próximos encuentros en Riazor, ante granotas y amarillos, el conjunto de Víctor Sánchez tendría prácticamente certificado el objetivo sin necesidad de tener que llegar apurado a las últimas semanas de competición.

Durante toda la temporada el conjunto blanquiazul le ha costado bastante sacar adelante sus partidos como local. De hecho, solo celebró tres de sus seis triunfos ante su afición, frente a Espanyol (3-0), Celta (2-0) y Eibar (2-0). De los 33 puntos que lleva, 16 los consiguió en sus desplazamientos y solo uno más, 17, en Riazor. En esta fase final del campeonato el Deportivo intentará hacer de su estadio un fortín para, de una vez por todas, conseguir los puntos suficientes para seguir otro año más en Primera. Fuera de casa lo tendrá más complicado, ya que después del Calderón tendrá que visitar Balaídos, el Sánchez Pizjuán, Ipurua y El Madrigal.