El Deportivo todavía no aseguró la permanencia en Primera, pero los técnicos y dirigentes lo dan por hecho, tanto es así que trabajan en la elaboración de la plantilla 2016-17 a la que tendrán que incorporar a un número importante de futbolistas para cubrir las numerosas bajas que se producirán a final de temporada. La intención es contar cada vez más con futbolistas en propiedad, como hizo el club el pasado verano, pero la situación económica obliga a contar con algunos jugadores cedidos y uno de los lugares en los que buscan es el Atlético de Madrid. El club colchonero dispone de un plantel amplio y con futbolistas muy jóvenes que todavía no se hicieron con un hueco fijo en la primera plantilla, por eso Simeone se plantea la cesión de alguno de ellos y en la plaza de Pontevedra están atentos porque consideran que hay jugadores que pueden aportar al cuadro blanquiazul: Lucas Hernández, Kranevitter, Thomas y Óliver son los nombres que más gustan.

Lucas es francés internacional en las categorías inferiores, aunque lleva en el Atlético desde los once años. Hijo del exdefensa Jean-François Hernandez -militó en el Olympique de Marseille, Compostela, Rayo Vallecano y Atlético entre otros-, es una de las perlas de la cantera rojiblanca. Con 20 años es el cuarto central para Simeone, que coloca por delante a Godín, Giménez y Savic. La progresión de Lucas depende de los minutos de competición de los que pueda disponer, de hecho fue el recambio de Godín el pasado martes en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el PSV. Además de jugar en el centro de la zaga es un futbolista que se desenvuelve perfectamente en el lateral izquierdo.

Kranevitter, que en mayo cumple 23 años, fue fichado por el Atlético al River Plate el verano pasado, pero continuó en el equipo Millonario hasta diciembre, que fue cuando se incorporó a las órdenes de Simeone. Tiene por delante a Gabi, Koke y Saúl Ñíguez, asimismo a su compatriota Augusto, fichado también en el mercado e invierno del Celta, y a Thiago, aunque en el Manzanares no saben como saldrá el veterano pivote portugués de la lesión que sufrió a finales de 2015. Es una apuesta del Cholo, pero se encuentra limitado para darle minutos, por eso no descartaría una cesión.

Thomas, ghanés que en junio cumplirá 23 años, es un centrocampista de talante ofensivo que llegó al Atlético B en 2012 a las órdenes del exdeportivista Alfredo Santaelena. Tuvo presencia relativamente importante a lo largo de esta temporada, ya que le cierran el paso jugadores como Saúl e incluso Carrasco y Correa. Ya pasó por dos cesiones, la primera en el Mallorca y la segunda en el Almería la pasada temporada, y en ambos casos desarrolló un papel destacado y con protagonismo, lo que le sirvió para que Simeone decidiese quedarse con él en la primera plantilla en el curso actual, aunque finalmente solo actuó en siete partidos.

Óliver Torres es -o era- la joya de la corona de los colchoneros. Tras su brillante actuación en el Oporto en la pasada temporada, Simeone le ofreció galones al principio del curso, pero poco a poco fue perdiendo protagonismo y relegado al banquillo. Cumplirá 22 años en noviembre por eso los colchoneros no quieren deshacerse de él, sin embargo se plantean una nueva cesión. Es quizás el de mayor nivel de las cuatro posibilidades que maneja el Deportivo y, en consecuencia, el más costoso. Es un perfecto director de orquesta que, desde la banda, tiene además llegada al área contraria.

Cuatro nombres de los que dos de ellos podrían recalar la próxima temporada en Riazor. Eso es lo que pretenden los dirigentes blanquiazules y de hecho aprovecharon la visita del equipo al Manzanares el pasado sábado para insistir y tratar de convencer a los directivos del Atlético para alcanzar un acuerdo por alguno de ellos. El objetivo inicial es que lleguen dos, pues la finalidad de los deportivistas es que la mayoría de los futbolistas que se incorporen a la primera plantilla lo hagan en propiedad, como ya consiguieron hacer el pasado verano con la mayoría de ellos.