La presencia de uno en el equipo titular prácticamente descarta la del otro, pero ambos se revelaron como fundamentales en el balsámico triunfo del Deportivo ante el Levante del sábado. Cani y Cartabia compiten por la misma posición, pero también pueden ser complementarios: uno como relevo del otro.

Los dos fueron determinantes el tiempo que estuvieron sobre el campo a pesar de que su perfil es completamente distinto y aportan soluciones diferentes al juego del conjunto blanquiazul. El veterano centrocampista pone la pausa y la clarividencia que le falta ahora a un equipo tieso de fútbol, mientras que el argentino aporta el desborde y el atrevimiento necesario cuando se atascan los encuentros. La prueba fue el partido contra el Levante.

Cani fue el encargado durante buena parte de la primera parte de llevar el peso del juego deportivista, lastrado por los nervios y la seguridad defensiva de los visitantes. Trató de asociarse en el frente de ataque, sobre todo con Luis Alberto y Lucas Pérez, y abandonó con asiduidad la posición en la banda izquierda desde la que inicialmente partía.

La banda le quema al aragonés, que se asomó todo lo que pudo al centro del campo en una tarde en la que Mosquera y Borges no estuvieron especialmente acertados. Se fue tanto al centro que la posición media del partido muestra que Cani estuvo más cerca de los mediocentros que del costado izquierdo del campo. También por ahí dio la mayor parte de los pases, aunque el más determinante fue el que filtró para Lucas antes de que Luis Alberto sentara a varios defensas y al portero en el área para colocar a los deportivistas en ventaja.

Fue la acción más vistosa ayer del centrocampista, al que sin embargo también le traiciona su atrevimiento. Cani arriesga con los pases y carece del depósito necesario para colaborar en la presión y en las ayudas defensivas.

Víctor entendió mediada la segunda mitad que necesitaba darle una marcha más al equipo y por eso recurrió al jugador más destacado del anterior partido en Riazor. Ante el Málaga hace dos semanas, Cartabia logró sacar partido a su juego por primera vez de modo determinante en lo que va de temporada. Lo hizo de nuevo el sábado a pesar de que arrancó desde el banquillo y volvió a reclamar una oportunidad en el once.

Su faceta es completamente distinta a la de Cani: se asocia menos y está más centrado en partir desde el costado derecho. Esa vertiente opuesta a la de su compañero también la aprovechó el Deportivo, que vio cómo la verticalidad del argentino le permitía encadenar oportunidades y finalmente decidir el partido que puso punto y final a tres meses y trece jornadas consecutivas sin ganar.