Luisinho Correia no es feliz en el Deportivo. Esperaba jugar bastante más esta temporada, como las dos anteriores que cumplió de blanquiazul, y por eso cuando acabe la Liga hablará con el club para "buscar una solución". Su decisión ya está tomada y no variará aunque Víctor Sánchez siga confiando en él para las últimas ocho jornadas. "Mi idea está clara", zanjó el portugués. Palabras que suenan a despedida pese a tener contrato hasta 2018. "No me llega solo con cobrar", explicó, porque si no "estaría en el Benfica", el club del que salió en 2013 hacia A Coruña en busca de los minutos que allí no tenía. Ahora planea un nuevo cambio profesional porque quiere "ser feliz" y eso pasa por gozar de la continuidad a la que, según apuntó, aspira todo futbolista: "No estoy contento. Eso está claro. Si no estoy contento, tengo que tomar una decisión y hablar con el presidente a final de temporada".

La pasada campaña disputó 35 partidos, todos titular menos uno, para acabar sumando 2.988 minutos. En esta acumula 1.024, repartidos en 18 encuentros, diez de ellos desde el inicio. Números que no colman sus aspiraciones porque "tenía la ilusión de poder seguir jugando a ese nivel". Su postura "no tiene nada que ver con el entrenador, ni con el presidente, ni con nadie". Simplemente, defiende que quiere más minutos. "Si no juego con regularidad, hay que buscar una solución que sea lo mejor para mí y para el club. Respeto las decisiones pero un futbolista normal quiere jugar siempre", recalcó.

En ningún caso, según Luisinho, su decisión está ligada a la renovación del entrenador. "No tengo problemas ni con Víctor ni con nadie", argumentó. En pretemporada aspiraba a seguir siendo uno de los futbolistas más utilizados de la plantilla, pero "las cosas no empezaron de la mejor manera para mí y eso cambió todo", señaló en referencia al enfrentamiento que protagonizó con Alejandro Arribas por el que estuvo cuatro días suspendido de empleo: "Al inicio tuve poca participación. Ahora voy entrando poco a poco. Tengo un carácter fuerte, competitivo, y esas cosas me dejan triste porque quiero jugar". Insiste en que su idea para el futuro "está clara" pero quiere aparcar la búsqueda de una solución hasta final de temporada porque "lo más importante ahora es asegurar la permanencia". "Después, sobre mi futuro, vamos a tener paciencia, a hablar con quien tenemos que a hablar y a resolver el tema", avanza.

Tiene dos años más firmados y Tino Fernández, con quien mantiene una relación "bastante próxima", considera a Luisinho como uno de los principales activos de la actual plantilla, por lo que no resultará fácil encontrar una salida. "Hablo muchas veces con el presidente. Siento una admiración especial por él. Es una persona que me quiere mucho. Tengo en él a un amigo. Siempre estuvo de mi lado pero yo también quiero ser feliz y si no tengo esa felicidad que tuve durante estos años en el Dépor, no puedo salir perjudicado. Siempre di todo por el club. Siempre di la cara. La afición conoce eso y me apoya bastante. Más no puedo dar pero también tengo que pensar un poquito en mí y en ser feliz", añade el luso.