A consecuencia del fallecimiento de Johan Cruyff, estos días se recordaba que la estrella holandesa había decidido retirarse como futbolista en el Feyenoord, eterno rival del Ajax. Algo parecido protagonizó el vigués Manuel Fernández, conocido como Pahíño, quien después de triunfar en el Celta y en el Real Madrid se marchó al Deportivo. Con el equipo de A Coruña, Pahíño volvió a disputar un clásico gallego. Con la camiseta celeste, el delantero anotó dos goles en los derbis. Su actuación estelar en estos partidos de máxima rivalidad llegó, sin embargo, con la camiseta de los blanquiazules. El 10 de octubre de 1954, el Celta visitaba el estadio de Riazor para enfrentarse al Deportivo en la máxima categoría. El delantero vigués tuvo una actuación memorable ante el que había su antiguo club, con el que no acabó del todo bien cuando firmó por el Real Madrid. Fue el autor de los cuatro goles que le dieron la victoria al conjunto coruñés. Su póquer fue suficiente para contrarrestar los tantos de Mauro y de Carlos Torres, con los que el Celta igualó el marcador antes del descanso. Pero Pahíño sentenció en la segunda mitad y se cobró su particular ventaja, como hizo Cruyff con el título de Liga que le regaló al Feyenoord.