Dos autobuses salieron anoche desde A Coruña, explanada de Riazor, otro desde Viveiro, y otros dos lo harán hoy desde Madrid y Barcelona, respectivamente, repletos de aficionados del Deportivo para acompañar al equipo blanquiazul en el partido que mañana disputará en El Madrigal contra el Villarreal.

Serán alrededor de 300 los aficionados, en representación de 18 peñas, los que estén presentes en el estadio del equipo castellonense, donde los futbolistas blanquiazules intentarán conseguir la permanencia matemática.

Aficionados de la ciudad coruñesa y de la zona de Lugo partieron ya anoche con destino a la ciudad castellonense, mientras que los de Madrid y Barcelona, más próximas a la capital levantina, saldrán hoy. El regreso a casa en todos los casos se producirá una vez concluya el trascendente encuentro en el que los deportivistas se juegan su futuro y los amarillos nada, tras obtener la clasificación para la Champions.

También esta mañana, a las once, hay una concentración en el estadio de Riazor, convocada de nuevo por los Riazor Blues, con el fin de "darle el último aliento al equipo ante el partido más crítico de la temporada", según exponen en su comunicado. Los jóvenes seguidores deportivistas accederán al interior del estadio una vez que finalice el entrenamiento a puerta cerrada diseñado por Víctor Sánchez con el fin de "demostrar la inagotable fuerza del deportivismo" y que "el escudo está por encima de todo".