Poco se parece este Dépor en caída libre a aquel equipo compacto y eficaz que se convirtió en la revelación de la Liga durante la primera vuelta. Ha perdido muchas de sus señas de identidad, pero pese al bajón de los últimos meses mantiene buena parte de la fiabilidad como visitante que lució durante la primera fase del campeonato. Ya no gana fuera -su única victoria desde el ecuador liguero fue en Riazor contra el Levante (2-1)- pero suele sumar a domicilio con bastante frecuencia. De hecho, puntuó en sus tres salidas más recientes, a Vigo, Sevilla y Eibar, todas con idéntico resultado de 1-1. Ha arañado 19 puntos en sus desplazamientos, un balance que solo mejoran siete equipos en toda la Primera División, gracias a sus tres victorias y diez empates. Es decir, en trece de los 18 encuentros que afrontó lejos de Riazor sacó algo positivo y solo en cinco ocasiones se fue de vacío de otros campos.

Trece razones para creer en que mañana, en El Madrigal, el Deportivo pueda obtener el resultado que necesita para sellar de una vez por todas la permanencia. Solo si derrota al Villarreal alcanzará el objetivo con independencia de lo que hagan en los otros campos sus rivales directos por la salvación, aunque es muy probable que le baste con empatar frente al submarino amarillo para renovar igualmente su derecho a participar la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol español.

En caso de victoria coruñesa, el Villarreal se convertiría en la cuarta víctima a domicilio del Dépor, que venció lejos de su estadio ante Rayo (1-3), Betis (1-2) y Las Palmas (0-2). Solo tres jornadas tardó el conjunto blanquiazul en celebrar su primer triunfo fuera de casa. Fue en Vallecas, con tantos de Celso Borges, Luis Alberto y Lucas Pérez. Diez días después, en su siguiente desplazamiento, el Deportivo volvía a embolsarse los tres puntos, esta vez en el Benito Villamarín, con Fede Cartabia y Fayçal Fajr como goleadores. Dos meses después, el 28 de noviembre del año pasado, el equipo coruñés fetejó en el estadio de Gran Canaria su tercera victoria como visitante, la última hasta la fecha lejos de su feudo. David Simón, en propia meta, abrió el camino de un triunfo que Lucas redondeó en la recta final anotando el 0-2 definitivo contra Las Palmas.

Precisamente el conjunto insular, uno de los modestos de la categoría y recién ascendido, fue el último equipo que logró tumbar al Villarreal en El Madrigal. Lo logró el pasado 5 de marzo, al defender con mucho orden la ventaja de un gol que adquirió en el minuto 30 gracias a un cabezazo de David García. El conjunto castellonense llevaba catorce jornadas consecutivas sin perder, pero se estrelló contra el equipo canario, un rival de un nivel similar al de la formación coruñesa. Las Palmas ya ganó allí hace poco y su victoria supone un ejemplo reciente de que es posible vencer al Villarreal en su campo pese a la máxima dificultad de la visita a El Madrigal.

El Dépor está capacitado para hacerlo porque suele mantener el tipo lejos de Riazor. Lo demuestran esas tres salidas seguidas puntuando en sus desplazamientos más recientes y el hecho de que, en total, solo haya caído cinco veces fuera. Dos de esas derrotas como visitante fueron en la primera vuelta (Málaga y Madrid) y tres en la segunda (Espanyol, Athletic y Atlético). Además de las tres victorias que celebró en sus desplazamientos, también festejó algunos empates de mérito. Entre las diez salidas que finalizaron en tablas figuran algunas en campos difíciles, como Mestalla (1-1) o el Camp Nou (2-2). Feudos complicados como El Madrigal, en donde el Deportivo deberá dar el último paso, el definitivo, para cerrar la salvación sin necesidad de sufrir hasta la última jornada.