Alcanzada la penúltima jornada del campeonato, el Deportivo buscará una permanencia que se le resiste en el campo de un equipo clasificado ya para la Liga de Campeones. El Villarreal, reciente semifinalista en la Europa League, llega con los deberes hechos a un encuentro en el que los blanquiazules se jugarán la temporada. Es el castigo que se ha autoimpuesto el conjunto de Víctor Sánchez del Amo después de una segunda vuelta en la que ha sumado doce puntos de 51 posibles y tan solo ha logrado un triunfo. La consecuencia de todo ello es jugarse la salvación en los dos últimos partidos, empezando por el de esta tarde en El Madrigal.

Una victoria aseguraría continuar en Primera División una temporada más, abandonar la calculadora y las posibles combinaciones de resultados del resto de equipos implicados en la lucha por la permanencia. Pero el Deportivo se ha condenado a una tarde de transistores en una jornada de horarios unificados que parecía lejana allá por el mes de enero, con la permanencia al alcance de la mano.

La deriva en la que se ha ido instalando le obliga a jugársela otra vez en los metros finales, rodeado a la vez de un ambiente enrarecido que lo ha ido consumiendo todo. A los malos resultados se sumó el futuro incierto del entrenador, cuya etapa se da por clausurada a pesar de su renovación a comienzos de año, y ahora el conflicto abierto con Luisinho.

El portugués no estará esta tarde en El Madrigal a pesar de que Víctor no dispone de otro lateral zurdo por la sanción de Fernando Navarro. El técnico decidió dejarlo fuera de la convocatoria a pesar de los esfuerzos de la directiva por reconducir una situación que en nada ha beneficiado al club en un momento tan delicado de la temporada. La fractura es tal que Víctor preferirá improvisar y colocar a Juanfran a pierna cambiada a pesar del peligroso precedente de Ipurua. El madrileño ya ocupó allí el costado izquierdo de la defensa sin un resultado esperanzador.

En el centro del campo tampoco estará Borges por sanción. Su ausencia la suplirá el meritorio Álex Bergantiños, recurso de urgencia casi toda la temporada y siempre cumplidor.

Enfrente estará un equipo sin más aliciente que la honra competitiva. Clasificado para la siguiente edición de la Liga de Campeones, el conjunto de Marcelino llega dolido por su reciente eliminación contra el Liverpool y con rotaciones aseguradas.