Once futbolistas de la actual plantilla del Deportivo finalizan su vinculación con el club el próximo 30 de junio; quedan catorce más los cuatro cedidos. Esto obligará a los dirigentes de la entidad blanquiazul a rehacer el equipo para la temporada 2016-17 porque, además, algunos de los jugadores con contrato no tienen segura la continuidad. Bien porque algún club pague la cláusula de rescisión, bien porque puede llegar un equipo de entidad superior y es suficiente para marchar, tal como está estipulado en el contrato, o bien porque la situación particular puede llevar a un cambio de aires. Del equipo base utilizado por Víctor Sánchez en la campaña actual, tres tendrían que regresar a sus equipos de procedencia y solo siete tienen contrato. Aunque esto no sea sinónimo de continuidad.

Porteros. El Deportivo dispuso de cuatro porteros durante el actual curso y todos acababan en junio, aunque Lux amplió en un año su continuidad recientemente. La lesión de Fabricio Agosto en la pretemporada en Mugardos obligó a los técnicos a contratar a Manu para que Lux contase con un suplente de ciertas garantías, contando con que el canario se recuperase en diciembre, pero la posterior operación de Fabricio motivó la contratación de Pletikosa en el mercado de invierno. Ni Manu ni el croata continuarán. Fabricio estaba con los dos pies fuera -en Turquía-, pero su intención es quedarse según comentó a sus círculos más próximos en febrero pasado. El Deportivo dijo en ese momento que las puertas estaban abiertas.

Defensas. De los habituales de este año Juanfran finaliza su vinculación y en teoría tendría que volver al Watford, que lleva dos años cediéndolo al conjunto blanquiazul. El futbolista ya manifestó en numerosas oportunidades su deseo de asentarse en A Coruña. El resto de los componentes de la zaga tienen contrato, pero algunos con peculiaridades. Es el caso de Manuel Pablo, que tiene contrato hasta 2018 bien sobre el césped bien en los despachos y visto lo que jugó este año lo más lógico es pensar que el canario -con 40 años- decida colgar las botas. El caso de Sidnei es también especial, pues el brasileño puede marcharse si recibe una oferta superior, además de que una parte de su pase sigue perteneciendo al Benfica, que está deseando recuperar parte de los siete millones de euros que invirtió en su momento en su fichaje. Caso aparte es el de Luisinho. El club dice que no está apartado del equipo, pero Víctor lo mantiene al margen. Su continuidad está condicionada a la marcha del entrenador. En esta demarcación, el club recuperará a Insua y Saúl, cedidos al Leganés y Tenerife, respectivamente.

Centrocampistas. Luis Alberto, Cartabia, Fayçal, Jonás y Cani finalizan su compromiso con la entidad blanquiazul. El gaditano, cedido por el Liverpool, es pieza codiciada por los técnicos, que buscan por lo menos otra cesión; Fede está a préstamo por el Valencia y también es apreciado su trabajo en A Coruña. Podría seguir, incluso en propiedad. Jonás pondrá fin a su ciclo y el futuro de Cani es una incógnita, pues su rendimiento es valorado en Riazor, pero su falta de continuidad puede ser un handicap. Al margen está el caso de Juan Domínguez, que pasó inadvertido durante todo el curso. Pudo salir cedido en el mercado de invierno. Una posibilidad que se podría volver a dar ahora en el verano.

Delanteros. Lucas y Oriol Riera tienen contrato en vigor, pero el de Monelos cuenta con varias novias. La última que apareció fue el Leicester. Si pagan los 20 millones que tiene de cláusula se marchará; aunque la directiva intenta asegurarse su continuidad. Riera firmó en verano por tres temporadas, aunque su concurso fue esporádico. Realizó un gran trabajo, no reconocido por la ausencia de goles. Jonathan Rodríguez, que apuntaba a crack, se pasó buena parte de la temporada en la grada por decisión técnica.