Los problemas de falta de seguridad que obligaron a suspender el clásico entre Nacional y Peñarol y propiciaron la modificación del torneo que ha llevado al Deportivo y al Celta a Uruguay continúan generando quebraderos de cabeza a la organización, que ahora ve en peligro la celebración de los choques que los dos equipos gallegos debían celebrar este fin de semana ante los dos grandes conjuntos uruguayos.

El sindicato de futbolistas del país remitió ayer un comunicado a la Asociación Uruguaya de Fútbol pidiendo a los jugadores de Nacional y Peñarol a "no disputar ningún encuentro deportivo sin la presencia de la guardia policial respectiva". Tras modificarse el formato el torneo, estaba previsto que el Celta jugase el sábado, a las 21.00 horas frente a Nacional en el estadio Gran Parque Central y el Deportivo lo hiciese el domingo, a la misma hora, frente a Peñarol en el estadio Campeón de Siglo, feudo del conjunto aurinegro.