Dos partidos y los dos en viernes. El Deportivo estrenará el campeonato disputando la jornada adelantada, la menos apetecible para los equipos y sobre todo para sus aficionados, que miran con desconfianza a los horarios que elabora la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

El proyecto de Gaizka Garitano arrancará el próximo viernes 19 de agosto en Riazor ante el Eibar a partir de las diez de la noche y continuará una semana después en el Benito Villamarín contra el Betis a las 20.45. Son las dos primeras bofetadas del calendario para el club, que este año esperaba unos horarios más benevolentes, que le permitieran seguir incrementando la masa social blanquiazul y al mismo tiempo que animasen a los aficionados a pasear deportivismo por el resto de campos de Primera División.

El club se mostró recientemente muy satisfecho de los datos sociales que arrojó la temporada 2015-16, a pesar de que al mismo tiempo reconoció que las fechas de los partidos no fueron las más cómodas para los aficionados. Pese a esos horarios, el Deportivo consiguió incrementar el número de socios y al mismo tiempo desplazar seguidores, en colaboración con la Federación de Peñas, a casi todos los partidos lejos de Riazor.

Se hizo también a pesar de que el conjunto blanquiazul fue el que más partidos disputó la temporada pasada a partir de las diez de la noche. Fueron un total de doce, empatado con el Betis, lo que resintió la cifra de aficionados que acudieron a Riazor en el caso de los encuentros que los deportivistas disputaron como locales.

Fue el horario predilecto de la Liga para los coruñeses, que este año arrancarán precisamente con un encuentro a esa hora. En viernes, sin embargo, tan solo se disputó un partido la temporada pasada. Fue en la jornada diez ante el Atlético en Riazor. Aquella noche, quizá uno de los partidos más atractivos del campeonato como local, el aspecto del estadio deportivista fue uno de los más discretos.

La Liga, sin embargo, ha planteado una serie de medidas para que los campos luzcan de la mejor manera posible en las retransmisiones deportivas y se planteó la posibilidad de imponer sanciones en el caso de que los graderíos se vean vacíos. Las normas se han extendido también a la iluminación para favorecer a la televisión, pero no a los horarios para adecuarse a los gustos y costumbres de los aficionados. En el caso del Deportivo, esas mejoras en las luces de Riazor no se podrán ejecutar hasta que se repare la cubierta, en punto muerto por el desacuerdo entre el Ayuntamiento y la adjudicataria de los trabajos.

El club, sin embargo, aguarda que esta temporada los horarios sean más benévolos y permitan seguir incrementando la cifra de abonados, afianzando la tendencia de las últimas temporadas.

Así, se espera que haya un porcentaje tan alto de partidos a partir de las diez de la noche y que tampoco se acumulen los viernes, a pesar de este inicio consecutivo en la jornada inaugural. El curso pasado, pese al exceso de encuentros nocturnos, tan solo se jugó un viernes y tampoco hubo acumulación de partidos en lunes. Al final del curso, el Deportivo sumaba tres encuentros en el día que servía para cerrar la jornada.