El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, destacó en su alocución en el Concello el "hito" que supone ver "en el templo de Riazor al Deportivo femenino", que ayer se enfrentó al Villarreal antes de que los dos equipos seniors de Primera División disputasen la LXXI edición del Trofeo Teresa Herrera. Ferreiro fue el anfitrión de los representantes de los dos equipos, Tino Fernández y Fernando Roig, presidentes de ambos clubes, en un acto que contó con la presencia destacada de Arsenio Iglesias.

Ferreiro insistió en lo que supone la "búsqueda de la igualdad de género en el deporte" y valoró el hecho de haber dado "un gran paso" en este deporte, en una ciudad que "fue pionera del fútbol femenino hace ya muchas décadas", relató el primer edil de la ciudad.

Recordó cuando los campos de "la comarca se llenaban para ver actuar a la portera Irene" -hace cerca de cien años- y también a aquellos momentos en los que "Riazor vibraba con los éxitos del Karbo", que acabaría convirtiéndose en Karbo Deportivo en la década de los ochenta.

El alcalde de A Coruña reiteró este mensaje en la comida posterior, en la que Arsenio Iglesias fue centro de atención, tanto para los foráneos como para los deportivistas, entre los que se encontraba Manolo Loureda.