El Deportivo llega al parón habitual de septiembre en el pelotón de cabeza con cuatro puntos e invicto. Buen punto de partida para el reinicio de la competición, allá por el 9 de septiembre -el cuadro coruñés lo hará el domingo 11 en Riazor frente al Athletic (20.30)-, fecha que supondrá el arranque de verdad después de las tradicionales dos jornadas en la que los equipos aun no saben con qué jugadores podrán encarar la temporada. El club deportivista es un ejemplo, pues empezó la Liga con Lucas y ya en la segunda jornada se quedó sin su delantero, a la espera de las novedades que pueda haber antes de que arranque la tercera etapa del torneo. Una victoria como local y un empate a domicilio, ante rivales directos aparentemente, permitieron a los blanquiazules irse a este mini descanso con un botín interesante, que es lo que supone contabilizar dos tercios de los puntos en juego. Como se diría no hace demasiado tiempo, el Deportivo ya cuenta con un positivo.

ESolidez deportiva. El empate del viernes en el Benito Villamarín contra el Betis fue producto de la seguridad defensiva que mostró el equipo durante los noventa minutos. Fue un conjunto bastante firme atrás, en el que defendieron absolutamente todos, con las líneas muy juntas y bien replegados sin dejar apenas espacios al rival. Tuvo el cuadro verdiblanco bastante más posesión del balón, y ejerció también mayor dominio territorial, pero apenas inquietó a Lux, a excepción de dos acciones en la segunda parte, una de ellas salvada a última hora por Juanfran ante Sanabria y con el atacante bético en fuera de juego, no sancionado.

EProblemas con el juego aéreo. A pesar del control que ejerció el Deportivo en la defensa de su portería, los blanquiazules tuvieron bastantes problemas en el juego aéreo. Albentosa, sobre todos, y Sidnei aliviaron la situación, pero hubo más de una ocasión en la que los atacantes superaron a los zagueros en las jugadas a balón parado. Cierto es también que en solo una ocasión el balón fue entre los tres palos. Los números ya lo dicen todo, el Betis disparó cinco veces entre los tres palos. Escaso bagaje para un equipo que jugó como local y que llevó la iniciativa.

ECentro del campo en plan controlador. El trabajo del centro del campo coruñés se dejó notar en la faceta de contención. Ahí ninguno escatimó esfuerzos, ni tan siquiera Çolak, del que se decía desde Turquía que es un futbolista de mucha calidad y mucha precisión, pero con una aportación mínima en tareas de contención. El viernes se le vio al otomano subir y bajar la banda continuamente, especialmente sin balón. Es que cuando el Deportivo tenía la pelota, poco hicieron los centrocampistas. Parecían controladores aéreos, sobre todo aquellos que jugaron por el medio -Pedro Mosquera y Guilherme-, ya que hubo exceso de juego en largo en busca de Andone -"me sentí un poquito solo", dijo tras el partido- o hacia una banda para que controlasen el propio Çolak o Bruno. Mucho patadón, pero ninguna profundidad.

EUna sola ocasión de gol. La mejor oportunidad que tuvo el Deportivo llegó a través de un remate de cabeza de Borja Valle en el minuto 93 de juego. El berciano cabeceó un envío de Juanfran desde la derecha, pero el balón se estrelló contra el lateral de la red. Era Valle en ese momento el delantero de referencia del Deportivo, pues había sustituido a un agotado Andone unos minutos antes. No había más futbolistas de área en el banquillo coruñés. También se puede contabilizar un disparo de Bruno Gama, pero que no encontró ni portería. Escasa llegada y muchas dificultades para haber generado alguna ocasión clara ante la portería de Adán.

EFajr, comodín para todo y todos. El futbolista franco-marroquí salió en teoría como segundo punta o mediapunta, pero la realidad demostró que se movió más como un centrocampista, un poco por delante de Mosquera y de Guilherme, que como futbolista de enlace. El estereotipo del que juega en terreno de nadie, con función cómoda solo presto a dar el último pase no tiene nada que ver con la función que cumplió Fayçal en el Benito Villamarín el pasado viernes. Daba la impresión de que nunca aparecía -solo para iniciar las jugadas de estrategia-, pero siempre estaba.

EDe titular a no jugar. Carles Gil fue uno de los dos futbolistas que estrenaron la Liga como titulares y el viernes cedió su puesto -el otro había sido Lucas-. El valenciano salió desde el principio frente al Eibar en Riazor en la primera jornada, pero en el minuto 56 dejó su sitio a Andone y no dispuso ni de un minuto en el Villamarín. Borges, Luisinho y Valle fueron los elegidos.