Como todo el mundo sabe, el fútbol es un deporte de equipo que se rige por unos principios tácticos ofensivos y defensivos que todo jugador debe conocer y aplicar en el transcurso del partido. En el Deportivo Fayçal no hace más que correr sin sentido táctico alguno y de eso se resiente el juego del equipo. Quiere estar en todas partes y no está en ninguna, lo que origina que llega tarde en muchas ocasiones, sobre todo en ayuda de los laterales. De salida jugó en banda izquierda, lo que impidió que Luisinho se prodigase en el ataque (el portugués es uno de los jugadores que mejor centra del equipo) ya que Fayçal no le proporcionó ninguna pared, pero sobre todo ningún desdoblamiento. ¿De qué le vale ser el jugador de más recorrido?

Del partido decir que fue un cúmulo de desgracias: arbitraje nefasto, dos lesiones importantes e inoportunas, gol mal anulado, resbalón de Marlos en situación inmejorable y el rival te gana en la única ocasión que tiene. Si presumimos de tener la mejor liga del mundo, el comité de competición tiene que actuar como tal sancionando a Raúl García postpartido.

La clave del encuentro estuvo en la lesión de Joselu. Estaba siendo el jugador referencia en el juego ofensivo, aguantando el balón cuando tenía que hacerlo, proporcionando buenos pases y dominando el tiempo y el espacio. Hasta ese momento el Deportivo realizó un fútbol combinativo, con un buen ritmo de juego, con movilidad y progresión, y defendiendo bien sobre todo en las faltas laterales. Después de la lesión, el equipo se resintió, jugó más en largo por no dar las salidas correspondientes y fue un querer y no poder. Se nota que se trabaja la estrategia y falta un jugador con criterio en el centro del campo. Borja y Gil tienen que poner un poco más, que esto es Primera División. Andone tiene que dosificar el esfuerzo para sacarle más provecho y eficacia a su juego de cara al gol. Marlos, hay que jugar y resolver sin precipitación.